REFLEXIONES DE FIDEL CASTRO

 

El candidato republicano (Primera Parte)

Fidel Castro Ruz

2008-02-11

 

Estas reflexiones se explican por s� mismas. En el ya famoso supermartes, un d�a de la semana en que numerosos Estados de la Uni�n seleccionaban el candidato a la Presidencia de Estados Unidos de su preferencia, dentro de un grupo de aspirantes, uno de los posibles candidatos para sustituir  a George W. Bush pod�a ser John McCain.  Por su imagen  predise�ada de h�roe y su alianza con fuertes contendientes como el ex gobernador de Nueva York, Rudy Giuliani, otros aspirantes ya le hab�an cedido gustosamente su apoyo.  La intensa propaganda de factores sociales, econ�micos y pol�ticos de gran peso en su pa�s, y su estilo de actuaci�n  lo convert�an en el candidato con m�s posibilidades.  S�lo la extrema derecha republicana, representada por Mitt Romney y Mike Huckabee, inconforme con algunas concesiones intrascendentes de McCain, le hac�an todav�a resistencia el 5 de febrero.  Despu�s Romney tambi�n depuso la aspiraci�n en favor de McCain.  Huckabee la mantiene.

La lucha por el candidato es en cambio muy re�ida en el Partido Dem�crata.  Aunque, como es habitual, una parte activa de la poblaci�n de Estados Unidos con derecho a votar suele ser minoritaria, se escuchan ya todo tipo de opiniones y conjeturas sobre las consecuencias que tendr� para el pa�s y el mundo el resultado final de la contienda electoral, si la humanidad escapa de las aventuras b�licas de Bush.

No me corresponde hablar de la historia de un candidato a la Presidencia de Estados Unidos.  Jam�s lo hice. Tal vez no lo habr�a hecho nunca. �Por qu� esta vez?

McCain afirm� que algunos compa�eros suyos fueron torturados por agentes cubanos en Viet Nam.  Sus apologistas y expertos en publicidad suelen enfatizar que el propio McCain sufri� tales torturas por parte de los cubanos.

Espero que los ciudadanos de Estados Unidos comprendan que me vea obligado al an�lisis detallado de este candidato republicano y le replique. Lo har� a partir de consideraciones �ticas.

En el expediente de McCain consta que fue prisionero de guerra en Viet Nam desde el 26 de octubre de 1967.

Como �l mismo cuenta, ten�a entonces 31 a�os y llevaba a cabo la misi�n de ataque n�mero 23.  Su avi�n, un A4 Skyhawk, fue interceptado sobre Hanoi por un cohete antia�reo.  Debido al impacto, perdi� el control y se catapult�, cayendo sobre el lago Truc Bach, en medio de la ciudad, con fracturas en los dos brazos y una rodilla.  Una multitud patri�tica, al ver caer a un agresor, lo recibi� con hostilidad.  El propio McCain expresa su alivio en aquel momento al ver llegar a un pelot�n del ej�rcito.

El bombardeo a Viet Nam, iniciado en 1965, era un hecho conmocionante para la opini�n internacional, muy sensibilizada con los ataques a�reos de la superpotencia contra un peque�o pa�s del Tercer Mundo, que hab�a sido convertido en colonia de Francia a miles de millas de la distante Europa.  El pueblo de Viet Nam luch� contra los ocupantes japoneses durante la Segunda Guerra Mundial y, ya finalizada esta, de nuevo Francia retom� el control.  Ho Chi Minh, el l�der modesto y querido por todos, y Nguyen Giap, su jefe militar, eran personajes admirados internacionalmente.  La famosa Legi�n Francesa estaba derrotada. Para tratar de evitarlo, las potencias agresoras estuvieron a punto de usar el arma nuclear en Di�n Bi�n Phu. 

Ante la opini�n p�blica norteamericana, los nobles anamitas, como cari�osamente los llam� Jos� Mart�, de cultura y valores milenarios, deb�an ser presentados como un pueblo b�rbaro e indigno de existir.  En  materia de suspense y publicidad comercial, nadie les gana a los especialistas de Estados Unidos. La especialidad fue utilizada sin l�mite alguno para exaltar el caso de los prisioneros de guerra, y en especial el de McCain.

Siguiendo esa corriente, McCain afirm� con posterioridad que el hecho de que su padre fuera Almirante y Comandante en Jefe de las fuerzas estadounidenses en el Pac�fico,  hizo que la resistencia vietnamita le ofreciera una liberaci�n temprana si reconoc�a haber cometido cr�menes de guerra, lo cual hab�a rechazado alegando que el C�digo Militar establece que los prisioneros son liberados en el orden que se les captura, y que esto signific� cinco a�os de prisi�n, golpes y torturas en un �rea del penal identificada por los norteamericanos como �Hanoi Hilton�.

La retirada final de Viet Nam fue desastrosa.  Un ej�rcito de medio mill�n de hombres entrenados y armados hasta los dientes no pudo resistir el empuje de los patriotas vietnamitas.  Saig�n, la capital colonial, actual Ho Chi Minh, fue abandonada de forma bochornosa por los ocupantes y sus c�mplices, algunos de ellos colgados de los helic�pteros.  Estados Unidos perdi� m�s de 50 mil valiosos hijos, sin contar los mutilados. Hab�a gastado 500 mil millones de d�lares en aquella guerra sin impuestos, siempre de por s� desagradables.  Nixon renunci� unilateralmente a los compromisos de Bretton Woods y cre� las bases de la actual crisis financiera. Todo lo que lograron fue un candidato para el Partido Republicano, 41 a�os despu�s. 

McCain, uno de los numerosos pilotos norteamericanos derribados y heridos en las guerras declaradas o no de su pa�s, fue condecorado con la Estrella de Plata, la Legi�n de M�rito, la Cruz de Aviaci�n por servicio distinguido, la Estrella de Bronce y el Coraz�n P�rpura.

Una pel�cula para televisi�n basada en sus memorias sobre las experiencias como prisionero de guerra fue transmitida en el Memorial Day de 2005 y se hizo famoso por sus videos y discursos en torno al tema.

La peor afirmaci�n que hizo en relaci�n con nuestro pa�s fue que interrogadores cubanos hab�an torturado sistem�ticamente a prisioneros norteamericanos. 

Ante las alucinantes palabras de McCain, me interes� por el asunto.  Quise saber de d�nde ven�a tan extra�a leyenda. Ped� se buscasen los antecedentes de la imputaci�n.  Me informaron exist�a un libro muy promovido, basado en el cual se hizo la pel�cula, escrito por McCain y su asesor administrativo en el Senado, Mark Salter, que contin�a laborando y redactando con �l.  Solicit� fuera traducido textualmente. Se llev� a cabo, como en otras ocasiones, por personal calificado en breve tiempo. T�tulo del libro:  Faith of My Fathers, 349 p�ginas, publicado en 1999.

Su acusaci�n contra los revolucionarios internacionalistas cubanos, utilizando el sobrenombre Fidel para identificar a uno de ellos capaz de �torturar a un prisionero hasta la muerte�, carece de la m�s m�nima �tica.

Me permito recordarle, se�or McCain: Los mandamientos de la religi�n que usted practica proh�ben la mentira.  Los a�os de prisi�n y las heridas que recibi� como consecuencia de sus ataques a Hanoi no lo excusan del deber moral de la verdad.

Hay hechos que debemos hacerle conocer. En Cuba se llev� a cabo una rebeli�n contra un d�spota que el gobierno de Estados Unidos impuso al pueblo de Cuba el 10 de marzo de 1952, cuando usted estaba a punto de cumplir 16 a�os, y el gobierno republicano de un militar ilustre, Dwight D.  Eisenhower ―quien fue por cierto el primero en hablar del complejo militar‑industrial―, reconoci� y apoy� de inmediato aquel gobierno.  Yo era un poco mayor que usted, cumplir�a en agosto, mes en que usted tambi�n naci�, 26 a�os.  No hab�a finalizado Eisenhower todav�a su per�odo presidencial, iniciado en la d�cada de 1950, algunos a�os despu�s de la fama adquirida por el desembarco aliado en el norte de Francia, con el apoyo de 10 mil aviones y las m�s poderosas fuerzas navales hasta entonces conocidas. 

Se trataba de una guerra, formalmente declarada por las potencias que enfrentaban a Hitler, iniciada sorpresivamente por los nazis, que atacaron sin aviso ni declaraci�n de guerra previa. Un nuevo estilo de provocar grandes matanzas se impuso a la humanidad.

En 1945 se utilizaron contra la poblaci�n civil de Hiroshima y Nagasaki dos bombas de alrededor de 20 kilotones cada una.  Visit� una vez la primera de aquellas ciudades.

En la d�cada de 1950 el gobierno de Estados Unidos lleg� a construir tales armas de ataque nuclear, que una de ellas, el MR17, lleg� a pesar 19,05 toneladas y med�a 7,49 metros, la cual pod�a transportar en sus bombarderos y desencadenar una explosi�n de 20 megatones, equivalente a mil bombas como la que lanz� sobre la primera de aquellas dos ciudades el 6 de agosto de 1945.  Es un dato que har�a enloquecer a Einstein quien, en medio de sus contradicciones, no pocas veces expres� remordimientos por el arma que, sin pretenderlo, ayud� a fabricar con sus teor�as y descubrimientos cient�ficos.

Cuando la Revoluci�n en Cuba triunfa el Primero de Enero de 1959, casi 15 a�os despu�s del estallido de las primeras armas nucleares, y proclama una  Ley de  Reforma Agraria basada en el  principio de soberan�a nacional, consagrado por la sangre de los millones de combatientes que murieron en aquella guerra, la respuesta de Estados Unidos fue un programa de hechos ilegales y atentados terroristas contra el pueblo cubano, suscritos por el propio presidente de Estados Unidos, Dwight D.  Eisenhower.

El ataque por Bah�a de Cochinos se produjo siguiendo instrucciones precisas del Presidente de Estados Unidos y los invasores fueron escoltados por unidades navales, incluido un portaaviones de ataque.  El primer asalto a�reo con aviones B-26 del gobierno norteamericano que partieron de bases clandestinas, se produjo de forma sorpresiva, con el empleo de insignias cubanas para presentarlo a la opini�n mundial como una sublevaci�n de la Fuerza A�rea nacional.

Usted acusa a los revolucionarios cubanos de ser torturadores. Lo exhorto seriamente a que presente uno solo de los m�s de mil prisioneros capturados en los combates de Playa Gir�n que haya sido torturado.  Yo estaba all�, no protegido en un lejano puesto general de mando. Captur� personalmente, con algunos ayudantes, numerosos prisioneros;  pas� delante de escuadras armadas, todav�a ocultas tras la vegetaci�n  del bosque, que se paralizaron por la presencia del Jefe de la Revoluci�n en el lugar.  Lamento tener que mencionar esto, que puede parecer un autoelogio, lo cual sinceramente detesto. 

Los prisioneros eran ciudadanos nacidos en Cuba organizados por una poderosa potencia extranjera para luchar contra su propio pueblo.

Usted se confiesa partidario de la pena capital para los delitos muy graves. �Qu� actitud habr�a asumido frente a tales actos?  �A cu�ntos habr�a sancionado por esa traici�n? En Cuba se juzgaron varios de los invasores, que hab�an cometido con anterioridad, bajo �rdenes de Batista, horrendos cr�menes contra los revolucionarios cubanos.

Visit� a la masa de prisioneros de Bah�a de Cochinos, como llaman ustedes a la invasi�n de Gir�n, m�s de una vez, y convers� con ellos.  Me gusta conocer las motivaciones de los hombres. Mostraban asombro y expresaban reconocimiento por el respeto personal con que se les trat�.

Usted debiera saber que, mientras se negociaba la liberaci�n mediante indemnizaci�n con alimentos para ni�os y medicamentos, el gobierno de Estados Unidos organizaba planes de asesinato contra m�.  Consta en los escritos de personas que participaron en la negociaci�n.

No me referir� en detalle a la larga lista de cientos de intentos de asesinato contra mi persona.  No se trata de inventos.  Es lo declarado en documentos oficiales divulgados por el gobierno de Estados Unidos. 

�Qu� �tica subyace en tales hechos, defendidos por usted con vehemencia como cuesti�n de principios?

Tratar� de ir a fondo sobre esos temas.

 

 

Fidel Castro Ruz

Febrero 10 de 2008

Hora:  6:35 p.m.

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