Para saludarlo Don Ponciano, para saludarlo.
No sabe la alegr�a que me da levantarme, abrir mi computadora y leer las cartas que usted publica en la p�gina de don Ricardo. Le escribo porque soy un militar retirado y le puedo decir que siempre cuando estaba de alta admir� las luchas de nuestro pueblo y ello quiz�s se deba a que mis padres siempre me aconsejaron que la milicia (en mi caso personal) era nada m�s para ganarme la vida y no para quit�rsela a otros. Viera  como me duele la muerte y el hambre de nuestro pueblo y me siento feliz de haberme retirado a tiempo y de hacer mi trabajo de hormiga desde mi posici�n de exmilitar. El crimen, don Ponciano, en esta sociedad descompuesta no tiene otro origen que los gobiernos impuestos a puro huevo y fraude autorizado por los gringos y sustentado por la oligarqu�a nacional.

Amigo, si mi excompa�eros supieran que yo estoy escribiendo esta misiva lo mas seguro es que yo ser�a otro de los desaparecidos o asesinados por problemas sexuales, o por marero como lo hacen en la actualidad; pero bueno uno no se puede quedar callado ante la tragedia que vive la naci�n. A mi se me ponen los pelos de punta, la carne de gallina al suponer y de cierto modo saber las ense�anzas que est�n impartiendo los gringos en la Escuela de las Ameritas, ILEA y las �rdenes que emanan las oficinas internacionales de policial ubicadas en nuestro pa�s como el FBI, la INTERPOL ya que siendo militar conozco a fondo la pol�tica de entrenamiento de los americanos: �maten al perro antes que los muerda�, d�ndole alas o autorizaci�n a un mont�n de escuadroneros que matan por adicci�n a la sangre, por la necesidad bestial de meter el machete, el acido o jalar el gatillo de las pistolas asesinan. Conozco muy bien que todas las �agencias de seguridad� de inseguridad, dir�a yo, han sido organizadas por exmilitares de alto rango y que est�n formadas por exguardias, por expolic�as de Investigaciones Criminales, (SIC), por exmiembros de la ANSESAL y por un mont�n de asesinos a sueldo empleados por Arena y el Cartel de los 8. Para mi es hasta duro estar escribiendo esta carta; pero tambi�n quiero decirle que en las Fuerzas Armadas no hay solo asesinos, sino que hay grupos de j�venes militares que como en un tiempo lo fui yo, vemos en lo militar algo honorario para la seguridad de la naci�n; pero que son los millonarios, los pol�ticos y los yanquis lo que descomponen nuestro ejercito y cuerpos de seguridad manchando el nombre de mi General Francisco Moraz�n y de otro pu�ado de militares honrados que ha tenido y aun tiene la naci�n. Quiero que los militares que lean esta carta consideren que no lo estoy haciendo por traici�n a nuestro juramento, sino al contrario por salvaguardar los intereses de nuestras Fuerzas Armadas que de seguir dej�ndose manosear por la ultraderecha terminaran como una especie extinta y eso solo lo pueden aceptar los corruptos que se enriquecen con el crimen organizado, con la extorsi�n y venta de la patria, sin tomar en cuenta el desprestigio internacional que gente como Jaime Saravia, Vides Casanova, Garc�a y Nicol�s Carranza causan a nuestro ejercito,

Mi nombre no interesa; pero para satisfacci�n de los lectores, soy:

Teniente Coronel �ngel Desalado