Hist�rico: Mauricio Funes, Presidente de El Salvador


 

 


 

Discurso de nuestro presidente Funes
 

Pueblo de mi p�tria,

SE�OR PRESIDENTE DE LA HONORABLE ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPUBLICA DE EL SALVADOR Y SE�ORES DIPUTADOS

SE�OR PRESIDENTE DE LA HONORABLE CORTE SUPREMA DE JUSTICIA Y SE�ORES MAGISTRADOS

EXCELENTISIMOS SE �ORES JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO Y SUS DISTINGUIDAS ESPOSAS QUE NOS ACOMPA�AN EN ESTA MA�ANA

SE�OR VICEPRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPUBLICA, DON SALVADOR SANCHEZ CEREN Y SU DISTINGUIDA ESPOSA, DO�A MARGARITA VILLALTA DE SANCHEZ

SE�ORES VICEPRESIDENTES, JEFES Y MIEMBROS DE MISIONES ESPECIALES DE PAISES AMIGOS

SUS ALTEZAS REALES LOS PRINCIPES DE ASTURIAS

SE�ORES DIPUTADOS AL PARLAMENTO CENTROAMERICANO

SE�OR EXPRESIDENTE Y SE�ORA EXVICEPRESIDENTA DE LA REPUBLICA

SE�OR PRESIDENTE DE LA CORTE DE CUENTAS DE LA REPUBLICA Y SE�ORES MAGISTRADOS

SE�OR PRESIDENTE DEL TRIBUNAL SUPREMO ELECTORAL Y SE�ORES MAGISTRADOS

SE�ORES MIEMBROS DEL MINISTERIO PUBLICO

SE�ORES ALCALDES Y ALCALDESAS MUNICIPALES

SE�ORES MIEMBROS DEL GABINETE DE GOBIERNO ENTRANTE Y SALIENTE

EXCELENTISIMO Y REVERENDISIMO MONSE�OR JOSE LUIS ESCOBAR ALAS, ARZOBISPO METROPOLITANO DE SAN SALVADOR,

MIEMBROS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL SALVADORE�A Y DEMAS AUTORIDADES RELIGIOSAS

REPRESENTANTES Y MIEMBROS DE LAS IGLESIAS EVANGELICAS

COMPA�EROS MIEMBROS Y DIRIGENTES DEL FMLN

AMIGOS DEL MOVIMIENTO CIUDADANO AMIGOS DE MAURICIO

DIRIGENTES Y REPRESENTANTES DE LOS DIFERENTES PARTIDOS POLITICOS DE NUESTRO PAIS

MI QUERIDA ESPOSA VANDA Y DEMAS MIEMBROS DE NUESTRAS FAMILIAS

INVITADOS ESPECIALES

AMIGOS DE LA PRENSA

PUEBLO SALVADORE�O

AMIGOS Y AMIGAS DEL MUNDO

Es un inmenso honor para mi recibir esta banda presidencial. Lo hago con humildad, con conciencia de las responsabilidades que entra�a y de los compromisos que debo cumplir. Ser� fiel al juramento que he hecho, gui�ndome por los intereses nacionales y por el af�n de servir, sobre todo, a la poblaci�n m�s desfavorecida.

El pueblo salvadore�o pidi� un cambio. Y el cambio comienza ahora. El cambio no comienza por la voluntad individual de un presidente. Comienza por las manos de una naci�n que sabe que este es un gran momento en la construcci�n de su futuro. Y que tiene conciencia que ello s�lo ser� posible con la uni�n de todos.

Asumo la presidencia ampliando el llamado de uni�n nacional que hice antes, durante y despu�s de la campa�a. Una uni�n fruto de la pacificaci�n de los esp�ritus, del optimismo creativo y realizador, de la armonizaci�n democr�tica de las diferencias y del compromiso colectivo de construir una nueva naci�n sin odio y sin resentimiento. Uni�n en torno de un proyecto de desarrollo nacional que tiene como base la inclusi�n social, la ampliaci�n de las oportunidades, la valorizaci�n de la producci�n y el trabajo, la modernizaci�n de las instituciones y la garant�a plena de las libertades democr�ticas. Uni�n de hombres y mujeres libres que creen en si mismos y en su patria y que quieren construir un nuevo proyecto de naci�n. Para mi felicidad, este llamado est� siendo cada vez m�s o�do, apoyado y entendido por mis amados compatriotas.

Una felicidad atemperada con realismo y responsabilidad. Pero, igualmente, con una fuerte dosis de coraje y optimismo. Es por no tener miedo de esta responsabilidad, y por no temer este desaf�o, que proclamo en voz alta para m� mismo, para mis compa�eros, y para toda la naci�n: nosotros no tenemos el derecho de equivocarnos. Repito: nosotros, definitivamente, no tenemos el derecho de equivocarnos.

Un largo camino ha debido recorrer el pueblo salvadore�o para llegar a este d�a. Ning�n esfuerzo ni ning�n sacrificio ha sido in�til. Es hora de emprender um camino nuevo de plena convivencia en democracia. No tenemos, por tanto, el derecho de traicionar nuestros sue�os y ni de errar el camino.

Mis amigas y mis amigos,

Errar es humano, pero evitar el error es, igualmente, un atributo de todos los hombres y todas las mujeres. Y evitar el error comienza por no hacer lo que algunos ya hicieron mal en este pa�s: gobernar para pocos, ser complaciente con la corrupci�n, temer y ser c�mplice del crimen organizado, pactar con el atraso en todas sus formas de expresi�n.

Nosotros, salvadore�os, sabemos lo que queremos, lo que podemos y lo que necesitamos. Queremos la reconstrucci�n social, queremos la reconstrucci�n econ�mica y queremos la reconstrucci�n institucional de nuestra patria. Eso significa que precisamos no s�lo reconstruir nuestro pa�s, sino tambi�n reinventarlo. Reinventar nuestro pa�s no significa abandonar lo que tiene de bueno y de eterno. Significa mejorar lo que est� bien y hacer lo que nunca fue hecho. Significa crear un modelo de desarrollo nacional que rescate lo mejor que tenemos, disminuya las desigualdades internas y promueva una reinserci�n m�s din�mica e inteligente en los escenarios regional e internacional.

Repito: reinventar nuestro pa�s ser� crear un nuevo proyecto de naci�n que, al mismo tiempo, rescate la gran deuda social y acelere nuestro progreso humano y tecnol�gico. Las principales armas que tenemos para esto son la fe, la esperanza, la alegr�a y la fuerza arrebatadora de las nuevas ideas. Y las principales metas que tenemos que alcanzar son vencer la pobreza, el atraso pol�tico y tecnol�gico, la marginaci�n de amplios sectores sociales y, principalmente, la desesperanza y la falta de perspectiva para nuestra juventud. Precisamos, sobre todo, integrar y transformar un pa�s peque�o que se convirti� en un gigante de la desigualdad. Y revelar para nosotros mismos, y para todo el mundo, la inmensa capacidad creativa, productiva y modernizadora que tenemos escondida dentro de nosotros. Precisamos, por sobre todo, recuperar el tiempo perdido.

Por eso nuestro mayor desaf�o es hacer que los pr�ximos cinco a�os valgan, por lo menos, por una d�cada. Y hacer eso es posible.


Salvadore�os y salvadore�as,

Vamos a gobernar en medio de una crisis socioecon�mica profunda, una de las m�s dif�ciles de nuestra historia. Su complejidad est� dada por la combinaci�n explosiva tanto de factores estructurales internos como de factores propios Del actual ciclo de La crisis internacional.

El estado de La administraci�n p�blica que se hereda no es, de ning�n modo, satisfactorio. Precisamente porque los componentes acumulados de La crisis interna son lo que nos hacen m�s vulnerables. Todos estos a�os anteriores desde El Gobierno no se despleg� um esfuerzo decidido para que El Salvador fuese menos dependiente y m�s productivo, y por ello nos vemos obligados a comenzar con medidas de emergencia.La presente crisis nos afecta gravemente porque se careci� de una estrategia clara y coherente para enfrentar sus efectos adversos. El escenario es tal que debemos hablar sin rodeos de un
deterioro inaceptable de l�s finanzas p�blicas en un cuadro de econom�a dolarizada.

La responsabilidad por esta situaci�n no es del pueblo salvadore�o si no de la elite dirigente que estuvo hasta hoy en el poder. La mayor�a de los indicadores econ�micos muestran un deterioro general de la economia. Sin embargo, La crisis, a pesar de su drasticidad, puede propiciar condiciones favorables para que nuestro pa�s adopte un rumbo pol�tico y socioecon�mico m�s adecuado y viable. En este entendimiento es que estamos lanzando El Plan Global Anticrisis, un primer conjunto de medidas de este nuevo Gobierno para garantizar La estabilidad de la economia y minorar los problemas sociales. Los miembros de mi equipo de las �reas econ�mica y social dar�n sus detalles, en las pr�ximas horas. Cuatro grandes objetivos gu�an nuestro plan: resguardar los empleos existentes y generar nuevas fuentes de trabajo; proteger a los sectores poblacionales m�s vulnerables de los efectos negativos de La crisis; aprovechar esta crisis para impulsar pol�ticas de estado en materia social y econ�mica e iniciar la construcci�n de un sistema de protecci�n universal para todas las mujeres y los hombres de nuestro pa�s.

En el �rea de empleo y apoyo a la producci�n, el plan contempla la generaci�n de 100 mil empleos directos en los pr�ximos 18 meses, cuyo costo total asciende a cerca de 474 millones de d�lares. Entre las medidas m�s importantes se encuentran la ejecuci�n de un programa de empleo temporal, la realizaci�n de un programa de ampliaci�n y mejoramiento de servicios p�blicos e infraestructura b�sica y la construcci�n y mejoramiento de 25 mil viviendas urbanas y 20 mil soluciones de techo y piso en comunidades rurales, en munic�pios en condiciones de pobreza severa.

En el �rea crediticia, el plan contempla la creaci�n inmediata de la banca estatal para el fomento productivo, que se encargar� de otorgar financiamento oportuno a los diferentes sectores econ�micos, principalmente a los micro, peque�os y medianos empresarios y empresarias. A traves de la nueva banca estatal se crear� ademas, un sistema de garant�as, que le permitir� a los empres�rios acceder al cr�dito de la banca privada. Estas acciones traer�n una gran cantidad de beneficios porque, adem�s de generar empleo, permitir�n abrir nuevas rutas, en especial rurales, llevar vivienda, agua, electricidad, escuelas, unidades de salud y obras de mitigaci�n para los salvadore�os y salvadore�as m�s pobres.

No quiero extenderme en detalles del Plan Anti-crisis, que como ya mencion�, ser� tarea de los miembros de mi gabinete econ�mico y social. Pero no puedo dejar de citar la creaci�n del Sistema de protecci�n social universal que escribir� una nueva historia en el campo de la pol�tica social de nuestro pa�s.

Como parte de este sistema vamos a crear el programa de comunidades urbanas solidarias, cuyo objetivo central es mejorar la vida en los asentamientos urbanos precarios. El programa contempla El mejoramiento de infraestructura y servicios p�blicos b�sicos, la reparaci�n y construcci�n de 11,000 viviendas, el otorgamiento de un bono de educaci�n para ni�os y j�venes de 6 a 18 a�os y acciones para mejorar la seguridad ciudadana.

Vamos a ampliar y perfeccionar el actual programa Red Solidaria que de ahora en adelante se denominar� Comunidades Solidarias Rurales. Como parte del mejoramiento del programa se ampliar� la cobertura de los servicios de agua, electricidad, saneamiento b�sico, mejoramiento de servicios de salud y de educaci�n a 32 municipios en condiciones de pobreza severa y a otros en situaci�n de alta pobreza.
Adem�s se otorgar� una pensi�n b�sica a toda La poblaci�n adulta mayor que reside en los 100 municipios cubiertos por la red y que hasta ahora no han recibido ning�n beneficio directo del antiguo programa Red Solidaria.

Como parte tambi�n de este Sistema de Protecci�n social, me complace anunciar el programa de atenci�n integral de salud y nutrici�n en 100 municipios con altos grados de desnutrici�n, que beneficiar�n a 85,000 ni�os y ni�as entre 0 y 3 a�os. Ampliaremos adem�s el programa de alimentaci�n escolar a centros educativos urbanos, beneficiando a 500,000 ni�os y ni�as m�s que ahora no cuentan con ese beneficio.

No puedo dejar de mencionar tres medidas adicionales, destinadas a aliviar la situaci�n econ�mica de los desempleados y de las familias pobres. La primera es La dotaci�n gratuita de uniformes y �tiles escolares a los estudiantes de escuelas p�blicas para el pr�ximo a�o lectivo. Esta medida beneficiar� a 1,350,000 ni�os y j�venes que asisten del primero al tercer ciclo.

La segunda medida es la garant�a y extensi�n temporal de los beneficios de acceso a los servicios de salud del ISSS para personas que cotizan y que hayan perdido su empleo.
La tercera medida es la eliminaci�n de cuotas en el acceso a servicios de salud p�blica y la dotaci�n inmediata de medicamentos esenciales a todos los establecimientos del sistema p�blico de salud. Dada la gravedad de la crisis fiscal, el programa global anticrisis incluye una estrategia encaminada a fortalecer las finanzas p�blicas. En primer lugar, incluye un programa de austeridad con una fuerte restricci�n del gasto superfluo.

Otra medida importante que nos ahorrar� muchos recursos es la racionalizaci�n y focalizaci�n de los subsidios, que hasta ahora se han otorgado de manera indiscriminada. Eso significa un desperdicio importante de recursos y aumenta la desigualdad pues gran parte de los beneficiados son personas de altos ingresos.

Por el lado de los ingresos, iniciaremos inmediatamente un programa de combate a la elusi�n, la evasi�n, el contrabando y la corrupci�n.

Finalmente, quiero anunciarle al pa�s que, con el prop�sito de fortalecer la unidad nacional y de construir pol�ticas de estado en �reas estrat�gicas, convocar� en los pr�ximos dias un dialogo nacional para la definici�n de una estrategia de desarrollo, que incluya un acuerdo sobre elempleo y la pol�tica fiscal. Adem�s, crearemos en el corto plazo, El Consejo Econ�mico Social, que funcionar� como una instancia institucional permanente en la que los principales sectores econ�micos y sociales del pa�s dialogar�n y buscar�n acuerdos sobre los principales temas socioecon�micos.

Mis amigas y mis amigos,

Antes dije que queremos la reconstrucci�n social, econ�mica e institucional de nuestro pa�s. Agrego, ahora, que queremos y necesitamos tambi�n una reconstrucci�n moral y de valores.

Precisamos, de hecho, hacer una revoluci�n pac�fica y democr�tica que implante un modelo que inserte lo social en la manera de organizar lo econ�mico e inserte lo econ�mico en la valorizaci�n del desarrollo humano.

Precisamos hacer una revoluci�n �tica. El bien p�blico no puede ser confundido con el bien personal y la �tica de los favores tiene que ser sustituida por la �tica de la competencia sana y democr�tica.

Transparencia, combate a la corrupci�n y a todas las formas de despilfarro y desv�o del dinero p�blico ser�n cosas sagradas en nuestro gobierno.

Pero la lucha por el perfeccionamiento institucional no puede ser la lucha aislada de un gobierno. Ella debe involucrar a todos los poderes y a toda la sociedad. Y tengo la certeza que el Legislativo, el Judicial y la sociedad nos acompa�ar�n.

Este perfeccionamiento se dar� no s�lo con la mejor�a de la calidad de las pol�ticas p�blicas, sino, igualmente, con la mejor�a de la calidad y del grado de independencia de las instituciones, como tambi�n con la mejor�a de las pol�ticas y de las pr�cticas del sector privado.

Salvadore�os y salvadore�as,

Revoluci�n pac�fica y democr�tica significa disminuir las desigualdades, mejorar la calidad de vida de la poblaci�n y recuperar la eficiencia de la gesti�n p�blica.

Nuestra democracia se encuentra acechada por l�s fuerzas oscuras del narcotr�fico y el crimen organizado. Por las acciones de la delincuencia. Por la situaci�n de apremio econ�mico que sufren miles de familias. Por el deterioro acelerado e irresponsable de nuestro entorno ambiental. Y tambi�n por las inadecuadas decisiones gubernamentales del pasado que han distorsionado la funci�n p�blica AL consentir la corrupci�n en el aparato del Estado.

Tenemos, como se ve, una tarea gigantesca por delante, pero ella no nos intimida. Nuestro pa�s ya enfrent� problemas muchos m�s serios y supo encontrar los medios para superarlos. Pero todo fue m�s r�pido cuando hubo paz y uni�n.

Precisamos reformar nuestras escuelas, reconstruir nuestros hospitales, modernizar nuestras rutas, ampliar y renovar nuestras fuentes de energ�a, defender nuestro medio ambiente. Precisamos, ante todo, reconstruir la vida de las personas, en especial de los que m�s necesitan.

Y precisamos, sobre todo, promover la urgente cualificaci�n de nuestra principal riqueza que es nuestro capital humano.

�C�mo es posible que millones de compatriotas migrantes, trabajando duramente fuera del pa�s, logren su realizaci�n y consigan mejorar su vida? �Qu� nos est� diciendo eso? Muy simple: que el problema no est� en nuestro pueblo, en nuestra gente; sino en la mentalidad de los gobiernos y dirigentes que han conducido el pa�s. La riqueza humana del pa�s est� dispuesta, s�lo falta un gobierno sensible y patriota que la haga crecer. Yo quiero ser el presidente de ese gobierno.

Eso se logra a trav�s de la mejor�a de la educaci�n y la ampliaci�n de oportunidades.

Eso se logra cuando los ciudadanos, en especial los j�venes, perciben que existe un gobierno que no permite privilegios y coloca el talento, la dedicaci�n y el esfuerzo como las �nicas causas de promoci�n y de crecimiento.

Por eso, garantizo a los se�ores, que este ser� el gobierno de la meritocracia, no el gobierno de privilegios de familias, de abuso de clientelas y de los vicios de padrinazgos sombrios.
Derechos, s�, para todos. Privilegios, no, para nadie.

Aqu� las personas ser�n reconocidas por su talento y su honestidad y no por sus conectes o su apellido.

Mis amigas y mis amigos,

En nuestro gobierno quien tenga m�ritos ser� recompensado y quien tenga culpa ser� ejemplarmente castigado. Se termin� el tiempo del padrinazgo y de la impunidad.

Es con esta disposici�n que vamos a enfrentar todas las formas de delito, en especial, el crimen organizado y su rostro m�s dantesco: el narcotr�fico.

Por causa de las falencias de las pol�ticas nacionales, regionales e internacionales de combate al narcotr�fico, esta plaga ha crecido, en el mundo, como hidra de varias cabezas.

Por cada una que se corta en un pa�s, parece nacer otra m�s adelante. En este campo de derrotas casi sucesivas, Am�rica Central se ha transformado en ruta y en destino.

S� que esta es una lucha en la que no se vence aisladamente dentro de las fronteras nacionales. Pero s� tambi�n que un gobierno que desarrolla pol�ticas internas r�gidas, y que se articula con otros pa�ses amigos, cumple su parte en esta batalla.

Nosotros vamos a hacer eso con el m�ximo de control y dedicaci�n. Daremos todo nuestro apoyo a los buenos polic�as, que son mayor�a en nuestros �rganos de seguridad, pero identificaremos y castigaremos, con rigor, aquellos pocos que se desv�en de su funci�n y se vuelvan c�mplices de estos criminales.

Es as�, en forma gradual y localizada, que el narcotr�fico comienza a infiltrarse y transforma a gobiernos y gobernantes en sus rehenes. El Salvador no puede entrar en este circuito de terror y de miedo. Como tambi�n no podemos dejar que segmentos de la sociedad, en especial las personas m�s pobres, sean rehenes de las pandillas y bandas menores, no por eso menos s�dicas y peligrosas. Las maras, las pandillas no pueden continuar actuando y creciendo impunemente transformando barrios y comunidades en territorios libres para sus delitos.

Vamos a luchar d�a tras d�as, para imponer la ley y el orden en este submundo de anti-ley e inhumano.

Mis amigas y mis amigos,

Vivimos un tiempo de crisis de ideolog�as y de falencia de modelos. En lugar de asustarnos por eso, nos debe estimular. En lugar de entristecernos nos debe alegrar. Porque nos enciende la esperanza de actuar con fuerza creadora en el mundo y refuerza nuestra capacidad de operar nuestra originalidad.

Precisamos no solo perfeccionar las instituciones, sino tambi�n crear nuevos modelos y nuevas formas de gesti�n y convivencia, teniendo como base un sistema democr�tico cada vez m�s fuerte y renovado.

Para nuestra honra y felicidad, tenemos hoy aqu� honorables jefes de Estado de varias naciones y que representan modelos y experiencias distintas.

Cada pa�s y cada uno de los l�deres presentes nos puede ofrecer ideas, inspiraciones y soluciones. Pero esta influencia solamente ser� positiva si consigui�ramos hacer una s�ntesis de lo que cada uno tiene de mejor y, cr�ticamente, aplicarlas en nuestro pa�s de acuerdo a nuestras necesidades y nuestro pensamiento creador. Precisamos crear un modelo nuevo de desarrollo nacional, un modelo nuevo de pol�tica social y un modelo perfeccionado de democracia que no sea una democracia falsa e incompleta de ciertas derechas, que El Salvador tanto conoce y que por eso pidi� un cambio.

Tengo cari�o y respeto por todos los jefes de estado aqu� presentes y aqu� representados, a quienes rindo mi sincero homenaje.

Todos ustedes son s�mbolos vivos de la esperanza de sus pueblos. Una esperanza, incluso, que pueden irradiar al mundo, como ocurri� con dos l�deres que tuvieron un fuerte contenido simb�lico en mi campa�a. Me refiero al presidente Barack Obama, aqu� representado por su brillante Secretaria de Estado, Hillary Clinton, esta mujer que honra a Am�rica e irradia el brillo del g�nero femenino por el mundo; y me refiero tambi�n al presidente Luis Inacio Lula da Silva, mi amigo personal.

Cuando mis adversarios, distorsionando hechos y manchando la honra de las personas, intentaron falsamente descalificarnos, a mi y a mi querido partido, el FMLN, fuimos a buscar los ejemplos vigorosos de Obama y Lula, como prueba de que l�deres renovadores, en lugar de ser una amenaza significan un camino nuevo y seguro para sus pueblos.

Obama, yo dec�a, prob� que es posible reinventar la esperanza. Y Lula, yo dec�a, demostr� que se puede hacer un gobierno popular, democr�tico, con econom�a fuerte y distribuci�n justa de la riqueza. Una de las cosas m�s lindas de la pol�tica es justamente su capacidad de renovaci�n. Y renovaci�n es tanto traer lo nuevo como hacer renacer valores eternos. Como son los valores del progresismo. Porque pueden haber fallado algunos modelos, mas los valores profundos del progresismo no murieron ni morir�n jam�s. Ellos est�n m�s vivos que nunca y son cada vez m�s necesarios en el mundo y, de manera muy especial, en El Salvador.

Mis amigas y mis amigos,

Nuestros desaf�os son grandes pero as� los hemos aceptados desde hace mucho tiempo. Y mucho m�s ahora que el pueblo salvadore�o nos eligi� para conducir los destinos del pa�s.

Somos otra forma de administrar y conducir la naci�n. Para nosotros la patria, el pa�s no son s�lo su territorio, sus recursos, sus s�mbolos; para nosotros la patria tambi�n es su gente, sus ni�os y ancianos, sus mujeres y sus hombres. Somos dirigentes a los que no s�lo les importa que les cierren los n�meros, queremos que tambi�n cierren mejor la vida de todas las familias salvadore�as.

Hemos elegido vivir mejor con todos y no s�lo con unos pocos. Hemos elegido crecer con todos y no s�lo con unos pocos. Esa es una decisi�n �tica, filos�fica, moral y religiosa: cada compatriota es nuestro hermano, y todos los salvadore�os son nuestra gran familia.

Pero nuestra fe, nuestra �tica y nuestra filosof�a no bastan por si mismas, si no las llevamos a los hechos y a las acciones concretas de gobierno. Por eso gobernar bien es la m�xima expresi�n del compromiso con nuestro pueblo y con la memoria de monse�or Oscar Arnulfo Romero, mi maestro y guia espiritual de la naci�n.

Hay dirigentes, partidos y filosof�as que han tenido su oportunidad de gobernar y han fracasado. Despu�s de muchos a�os es nuestro turno, nuestra responsabilidad. El pueblo salvadore�o nos est� mirando y �l nos juzgar� en definitiva.

Pero tambi�n nos miran los otros pa�ses del mundo, y en especial nuestros pa�ses hermanos de Centro y Sudam�rica. Ellos conocen muy bien nuestros sufrimientos y luchas. Muchos han sido, de modo diverso, fraternalmente solidarios. Ha llegado la hora de mostrar a todos que no hemos esperado tantos a�os para gobernar mal y terminar frustrando las ilusiones de nuestra gente.

No somos s�lo un pa�s al que hay que ayudar y favorecer. Somos, seamos desde hoy, desde este instante, frente a los ojos de propios y extra�os, un pa�s, una dirigencia y un pueblo que luch� por una oportunidad, que finalmente la tuvo y al lograrla, no la desperdici�, no la frustr� y la supo llevar a su realizaci�n m�s plena.

Salvadore�as y salvadore�os,

Este Gobierno trabajar� sin desmayo durante los pr�ximos cinco a�os en una agenda de cambio estructural que va a beneficiar tanto los salvadore�os que aqui viven como nuestros hermanos emigrados. A ellos les daremos todo El apoyo necesario para asegurar sus derechos de trabajar, vivir sin temores y regularizar su situaci�n migratoria. En particular su derecho de ir y venir para posibilitar su reunificaci�n familiar.

Por esta razones que el gobierno del cambio que hoy inicia su labor ha escogido a hombres y mujeres de dilatada experiencia y capacidad, que re�nen en los dificiles momentos de la hora, dos cualidades de gran valor: sensatez y honradez.

Somos concientes de que el destino de El Salvador est� indisolublemente ligado al de nuestros hermanos centro y sudamericanos. Por eso seremos decididos impulsores de La unidad regional y latinoamericana.

En coherencia con esta visi�n, el gobierno que presido, dado su car�cter progresista y pluralista, tendr� relaciones diplom�ticas, comerciales y culturales con todos los pa�ses de Am�rica Latina. Esto significa que de inmediato se restablecer�n los v�nculos diplom�ticos, comerciales y culturales con Cuba.

Realizaremos todos los esfuerzos para ampliar, fortalecer y renovar nuestra relaci�n con los Estados Unidos, a quien historicamente estamos ligados por muchos vinculos, entre ellos, la presencia de millones de compatriotas que ah� viven y trabajan.

Mis amigas y mis amigos,

Repito lo que dije en la noche del 15 de marzo: quiero que este d�a tenga el mismo sentimiento de esperanza y reconciliaci�n del esfuerzo que hizo posible la firma de los acuerdos de paz en nuestro pa�s.

En este esfuerzo de reconciliaci�n nacional quiero convocar a todos, sin distinci�n, para que participen de �l. Pero quiero llamar principalmente a ustedes, mis queridos j�venes: Vamos a hacer una patria joven, alegre, esperanzada. Vamos a construir nuestro pa�s con alegr�a, con fe, con belleza. Con fuerza creativa, sin traumas y sin preconceptos. Con energ�a de vivir. Precisamos acabar con lo que todav�a queda de nuestro complejo de v�ctimas porque eso alimenta el odio, la autoconmiseraci�n, el revanchismo y las disculpas f�ciles.

Aceleremos este proceso de renovaci�n emocional y espiritual. El proceso de creer en nosotros mismos, de respetar y hacernos respetar, de dejar la sombra oscura de nuestras peores experiencias sociales y personales.

Vamos, juntos, a reinventar nuestro pa�s y a traer de vuelta a nuestros hermanos emigrados porque un pa�s que es incapaz de albergar a sus hijos no puede vivir feliz.

Vamos , juntos, a construir un pa�s de sofisticaci�n humana y sofisticaci�n tecnol�gica. Un pa�s, y aqu� pido licencia a la gran poeta Gabriela Mistral, que nos llam� cari�osamente, el Pulgarcito de las Am�ricas.

Un pa�s que no sea s�lo el simp�tico Pulgarcito de las Am�ricas, sino que sea, tambi�n, el micro-chip de un mundo nuevo, lleno de fuerza y de soluciones innovadoras.

Un pa�s que, igual que, un micro-chip, haga de su peque�ez la concentraci�n absoluta de su fuerza y la condensaci�n m�xima de su conocimiento, para producir, vigorosamente, la felicidad de su pueblo y ayudar, aqu� en su peque�o espacio, la tarea de reconstruir el mundo.

Vivamos y gobernemos para que los dem�s pueblos y naciones digan: hoy, s�, este Pulgarcito es un gran gigante del trabajo honrado, un gigante de la libertad y de la felicidad de su pueblo.

Muchas Gracias! Que Dios los bendiga a todos! Que Dios bendiga a El Salvador!


INTEGRANTES DEL GABINETE DE GOBIERNO Actualizado el 2009-06-01 21:23:25

Canciller: Hugo Mart�nez Ministro de Salud: Mar�a Isabel Rodr�guez Ministro de Educaci�n: Salvador S�nchez Cer�n Ministro de Gobernaci�n: Humberto Centeno Ministro de Defensa: General en retiro David Mungu�a Pay�s Ministro de Justicia y Seguridad: Jos� Manuel Ministro de Hacienda: Carlos C�ceres Ministro de Econom�a: H�ctor Dada Ministra de Trabajo y Previsi�n Social: Victoria Marina de Avil�s Ministro de Agricultura: Manuel Zevilla Ministro de Obras P�blicas: Gerson Mart�nez Ministro de Medio Ambiente: German Rosa Ch�vez Ministro de Turismo: Jos� Napole�n Duarte Secretario Privado: Francisco C�ceres Secretario de Comunicaciones: David Rivas Secretario T�cnico: Alexander Segovia Secretario de Asuntos Estrat�gicos: Francis Hasb�n Secretario de Asuntos Legislativos y Jur�dicos: Dionisio Machuca Secretaria de Inclusi�n Social: Vanda Pignato Director de la Polic�a Nacional Civil: Comisionado Carlos Ascencio Presidenta del Consejo de Seguridad P�blica: Aida Santos Banco Central de Reserva: Carlos Acevedo Superintendente del Sistema Financiero, Previsional y Valores: V�ctor Ram�rez Subdirector PNC: Ram�rez Landaverde CEPA: Guillermo L�pez Su�rez CEL: Nicol�s Salum� FSV: Tom�s Ch�vez FISDL: H�ctor Silva ANDA: Francisco Jos� G�mez LNB: Juan Pablo Dur�n


Viceministros de la nueva administraci�n presidencial

Viceministra de Tecnolog�a: Erlinda H�ndal Viceministro de Defensa: Coronel Jos� Atilio Ben�tez Viceministro de Trabajo: Calixto Mej�a Viceministro de Agricultura: Hugo Alexander Flores Hidalgo Viceministro de Transporte: Nelson Garc�a Viceministro de Hacienda: Roberto de Jes�s Sol�rzano Castro Viceministro de Comercio e Industria: V�ctor Cerna Viceministro de Vivienda: Ed�n de Jes�s Mart�nez Viceministro de Educaci�n: Eduardo Buenaventura Bad�a Secretario Jur�dico: Dioniso Machuca Secretario de Comunicaciones: David Marciano Rivas Secretario T�cnico de la Presidencia: Alexander Segovia C�ceres
 



 

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