Pueblo de mi p�tria,
SE�OR PRESIDENTE DE LA HONORABLE ASAMBLEA
LEGISLATIVA DE LA REPUBLICA DE EL SALVADOR Y SE�ORES
DIPUTADOS
SE�OR PRESIDENTE DE LA HONORABLE CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA Y SE�ORES MAGISTRADOS
EXCELENTISIMOS SE �ORES JEFES DE ESTADO Y DE
GOBIERNO Y SUS DISTINGUIDAS ESPOSAS QUE NOS
ACOMPA�AN EN ESTA MA�ANA
SE�OR VICEPRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPUBLICA,
DON SALVADOR SANCHEZ CEREN Y SU DISTINGUIDA ESPOSA,
DO�A MARGARITA VILLALTA DE SANCHEZ
SE�ORES VICEPRESIDENTES, JEFES Y MIEMBROS DE
MISIONES ESPECIALES DE PAISES AMIGOS
SUS
ALTEZAS REALES LOS PRINCIPES DE ASTURIAS
SE�ORES DIPUTADOS AL PARLAMENTO CENTROAMERICANO
SE�OR EXPRESIDENTE Y SE�ORA EXVICEPRESIDENTA DE LA
REPUBLICA
SE�OR PRESIDENTE DE LA CORTE DE CUENTAS DE LA
REPUBLICA Y SE�ORES MAGISTRADOS
SE�OR PRESIDENTE DEL TRIBUNAL SUPREMO ELECTORAL Y
SE�ORES MAGISTRADOS
SE�ORES MIEMBROS DEL MINISTERIO PUBLICO
SE�ORES ALCALDES Y ALCALDESAS MUNICIPALES
SE�ORES MIEMBROS DEL GABINETE DE GOBIERNO ENTRANTE Y
SALIENTE
EXCELENTISIMO Y REVERENDISIMO MONSE�OR JOSE LUIS
ESCOBAR ALAS, ARZOBISPO METROPOLITANO DE SAN
SALVADOR,
MIEMBROS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL SALVADORE�A Y
DEMAS AUTORIDADES RELIGIOSAS
REPRESENTANTES Y MIEMBROS DE LAS IGLESIAS
EVANGELICAS
COMPA�EROS MIEMBROS Y DIRIGENTES DEL FMLN
AMIGOS DEL MOVIMIENTO CIUDADANO AMIGOS DE MAURICIO
DIRIGENTES Y REPRESENTANTES DE LOS DIFERENTES
PARTIDOS POLITICOS DE NUESTRO PAIS
MI
QUERIDA ESPOSA VANDA Y DEMAS MIEMBROS DE NUESTRAS
FAMILIAS
INVITADOS ESPECIALES
AMIGOS DE LA PRENSA
PUEBLO SALVADORE�O
AMIGOS Y AMIGAS DEL MUNDO
Es un inmenso
honor para mi recibir esta banda presidencial. Lo
hago con humildad, con conciencia de las
responsabilidades que entra�a y de los compromisos
que debo cumplir. Ser� fiel al juramento que he
hecho, gui�ndome por los intereses nacionales y por
el af�n de servir, sobre todo, a la poblaci�n m�s
desfavorecida.
El pueblo salvadore�o pidi� un cambio. Y el cambio
comienza ahora. El cambio no comienza por la
voluntad individual de un presidente. Comienza por
las manos de una naci�n que sabe que este es un gran
momento en la construcci�n de su futuro. Y que tiene
conciencia que ello s�lo ser� posible con la uni�n
de todos.
Asumo la presidencia ampliando el llamado de uni�n
nacional que hice antes, durante y despu�s de la
campa�a. Una uni�n fruto de la pacificaci�n de los
esp�ritus, del optimismo creativo y realizador, de
la armonizaci�n democr�tica de las diferencias y del
compromiso colectivo de construir una nueva naci�n
sin odio y sin resentimiento. Uni�n en torno de un
proyecto de desarrollo nacional que tiene como base
la inclusi�n social, la ampliaci�n de las
oportunidades, la valorizaci�n de la producci�n y el
trabajo, la modernizaci�n de las instituciones y la
garant�a plena de las libertades democr�ticas. Uni�n
de hombres y mujeres libres que creen en si mismos y
en su patria y que quieren construir un nuevo
proyecto de naci�n. Para mi felicidad, este llamado
est� siendo cada vez m�s o�do, apoyado y entendido
por mis amados compatriotas.
Una felicidad atemperada con realismo y
responsabilidad. Pero, igualmente, con una fuerte
dosis de coraje y optimismo. Es por no tener miedo
de esta responsabilidad, y por no temer este
desaf�o, que proclamo en voz alta para m� mismo,
para mis compa�eros, y para toda la naci�n: nosotros
no tenemos el derecho de equivocarnos. Repito:
nosotros, definitivamente, no tenemos el derecho de
equivocarnos.
Un largo camino ha debido recorrer el pueblo
salvadore�o para llegar a este d�a. Ning�n esfuerzo
ni ning�n sacrificio ha sido in�til. Es hora de
emprender um camino nuevo de plena convivencia en
democracia. No tenemos, por tanto, el derecho de
traicionar nuestros sue�os y ni de errar el camino.
Mis amigas y mis amigos,
Errar es humano, pero evitar el error es,
igualmente, un atributo de todos los hombres y todas
las mujeres. Y evitar el error comienza por no hacer
lo que algunos ya hicieron mal en este pa�s:
gobernar para pocos, ser complaciente con la
corrupci�n, temer y ser c�mplice del crimen
organizado, pactar con el atraso en todas sus formas
de expresi�n.
Nosotros, salvadore�os, sabemos lo que queremos, lo
que podemos y lo que necesitamos. Queremos la
reconstrucci�n social, queremos la reconstrucci�n
econ�mica y queremos la reconstrucci�n institucional
de nuestra patria. Eso significa que precisamos no
s�lo reconstruir nuestro pa�s, sino tambi�n
reinventarlo. Reinventar nuestro pa�s no significa
abandonar lo que tiene de bueno y de eterno.
Significa mejorar lo que est� bien y hacer lo que
nunca fue hecho. Significa crear un modelo de
desarrollo nacional que rescate lo mejor que
tenemos, disminuya las desigualdades internas y
promueva una reinserci�n m�s din�mica e inteligente
en los escenarios regional e internacional.
Repito: reinventar nuestro pa�s ser� crear un nuevo
proyecto de naci�n que, al mismo tiempo, rescate la
gran deuda social y acelere nuestro progreso humano
y tecnol�gico. Las principales armas que tenemos
para esto son la fe, la esperanza, la alegr�a y la
fuerza arrebatadora de las nuevas ideas. Y las
principales metas que tenemos que alcanzar son
vencer la pobreza, el atraso pol�tico y tecnol�gico,
la marginaci�n de amplios sectores sociales y,
principalmente, la desesperanza y la falta de
perspectiva para nuestra juventud. Precisamos, sobre
todo, integrar y transformar un pa�s peque�o que se
convirti� en un gigante de la desigualdad. Y revelar
para nosotros mismos, y para todo el mundo, la
inmensa capacidad creativa, productiva y
modernizadora que tenemos escondida dentro de
nosotros. Precisamos, por sobre todo, recuperar el
tiempo perdido.
Por eso nuestro mayor desaf�o es hacer que los
pr�ximos cinco a�os valgan, por lo menos, por una
d�cada. Y hacer eso es posible.
Salvadore�os y salvadore�as,
Vamos a gobernar en medio de una crisis
socioecon�mica profunda, una de las m�s dif�ciles de
nuestra historia. Su complejidad est� dada por la
combinaci�n explosiva tanto de factores
estructurales internos como de factores propios Del
actual ciclo de La crisis internacional.
El estado de La administraci�n p�blica que se hereda
no es, de ning�n modo, satisfactorio. Precisamente
porque los componentes acumulados de La crisis
interna son lo que nos hacen m�s vulnerables. Todos
estos a�os anteriores desde El Gobierno no se
despleg� um esfuerzo decidido para que El Salvador
fuese menos dependiente y m�s productivo, y por ello
nos vemos obligados a comenzar con medidas de
emergencia.La presente crisis nos afecta gravemente
porque se careci� de una estrategia clara y
coherente para enfrentar sus efectos adversos. El
escenario es tal que debemos hablar sin rodeos de un
deterioro inaceptable de l�s finanzas p�blicas en un
cuadro de econom�a dolarizada.
La responsabilidad por esta situaci�n no es del
pueblo salvadore�o si no de la elite dirigente que
estuvo hasta hoy en el poder. La mayor�a de los
indicadores econ�micos muestran un deterioro general
de la economia. Sin embargo, La crisis, a pesar de
su drasticidad, puede propiciar condiciones
favorables para que nuestro pa�s adopte un rumbo
pol�tico y socioecon�mico m�s adecuado y viable. En
este entendimiento es que estamos lanzando El Plan
Global Anticrisis, un primer conjunto de medidas de
este nuevo Gobierno para garantizar La estabilidad
de la economia y minorar los problemas sociales. Los
miembros de mi equipo de las �reas econ�mica y
social dar�n sus detalles, en las pr�ximas horas.
Cuatro grandes objetivos gu�an nuestro plan:
resguardar los empleos existentes y generar nuevas
fuentes de trabajo; proteger a los sectores
poblacionales m�s vulnerables de los efectos
negativos de La crisis; aprovechar esta crisis para
impulsar pol�ticas de estado en materia social y
econ�mica e iniciar la construcci�n de un sistema de
protecci�n universal para todas las mujeres y los
hombres de nuestro pa�s.
En el �rea de empleo y apoyo a la producci�n, el
plan contempla la generaci�n de 100 mil empleos
directos en los pr�ximos 18 meses, cuyo costo total
asciende a cerca de 474 millones de d�lares. Entre
las medidas m�s importantes se encuentran la
ejecuci�n de un programa de empleo temporal, la
realizaci�n de un programa de ampliaci�n y
mejoramiento de servicios p�blicos e infraestructura
b�sica y la construcci�n y mejoramiento de 25 mil
viviendas urbanas y 20 mil soluciones de techo y
piso en comunidades rurales, en munic�pios en
condiciones de pobreza severa.
En el �rea crediticia, el plan contempla la creaci�n
inmediata de la banca estatal para el fomento
productivo, que se encargar� de otorgar
financiamento oportuno a los diferentes sectores
econ�micos, principalmente a los micro, peque�os y
medianos empresarios y empresarias. A traves de la
nueva banca estatal se crear� ademas, un sistema de
garant�as, que le permitir� a los empres�rios
acceder al cr�dito de la banca privada. Estas
acciones traer�n una gran cantidad de beneficios
porque, adem�s de generar empleo, permitir�n abrir
nuevas rutas, en especial rurales, llevar vivienda,
agua, electricidad, escuelas, unidades de salud y
obras de mitigaci�n para los salvadore�os y
salvadore�as m�s pobres.
No quiero extenderme en detalles del Plan
Anti-crisis, que como ya mencion�, ser� tarea de los
miembros de mi gabinete econ�mico y social. Pero no
puedo dejar de citar la creaci�n del Sistema de
protecci�n social universal que escribir� una nueva
historia en el campo de la pol�tica social de
nuestro pa�s.
Como parte de este sistema vamos a crear el programa
de comunidades urbanas solidarias, cuyo objetivo
central es mejorar la vida en los asentamientos
urbanos precarios. El programa contempla El
mejoramiento de infraestructura y servicios p�blicos
b�sicos, la reparaci�n y construcci�n de 11,000
viviendas, el otorgamiento de un bono de educaci�n
para ni�os y j�venes de 6 a 18 a�os y acciones para
mejorar la seguridad ciudadana.
Vamos a ampliar y perfeccionar el actual programa
Red Solidaria que de ahora en adelante se denominar�
Comunidades Solidarias Rurales. Como parte del
mejoramiento del programa se ampliar� la cobertura
de los servicios de agua, electricidad, saneamiento
b�sico, mejoramiento de servicios de salud y de
educaci�n a 32 municipios en condiciones de pobreza
severa y a otros en situaci�n de alta pobreza.
Adem�s se otorgar� una pensi�n b�sica a toda La
poblaci�n adulta mayor que reside en los 100
municipios cubiertos por la red y que hasta ahora no
han recibido ning�n beneficio directo del antiguo
programa Red Solidaria.
Como parte tambi�n de este Sistema de Protecci�n
social, me complace anunciar el programa de atenci�n
integral de salud y nutrici�n en 100 municipios con
altos grados de desnutrici�n, que beneficiar�n a
85,000 ni�os y ni�as entre 0 y 3 a�os. Ampliaremos
adem�s el programa de alimentaci�n escolar a centros
educativos urbanos, beneficiando a 500,000 ni�os y
ni�as m�s que ahora no cuentan con ese beneficio.
No puedo dejar de mencionar tres medidas
adicionales, destinadas a aliviar la situaci�n
econ�mica de los desempleados y de las familias
pobres. La primera es La dotaci�n gratuita de
uniformes y �tiles escolares a los estudiantes de
escuelas p�blicas para el pr�ximo a�o lectivo. Esta
medida beneficiar� a 1,350,000 ni�os y j�venes que
asisten del primero al tercer ciclo.
La segunda medida es la garant�a y extensi�n
temporal de los beneficios de acceso a los servicios
de salud del ISSS para personas que cotizan y que
hayan perdido su empleo.
La tercera medida es la eliminaci�n de cuotas en el
acceso a servicios de salud p�blica y la dotaci�n
inmediata de medicamentos esenciales a todos los
establecimientos del sistema p�blico de salud. Dada
la gravedad de la crisis fiscal, el programa global
anticrisis incluye una estrategia encaminada a
fortalecer las finanzas p�blicas. En primer lugar,
incluye un programa de austeridad con una fuerte
restricci�n del gasto superfluo.
Otra medida importante que nos ahorrar� muchos
recursos es la racionalizaci�n y focalizaci�n de los
subsidios, que hasta ahora se han otorgado de manera
indiscriminada. Eso significa un desperdicio
importante de recursos y aumenta la desigualdad pues
gran parte de los beneficiados son personas de altos
ingresos.
Por el lado de los ingresos, iniciaremos
inmediatamente un programa de combate a la elusi�n,
la evasi�n, el contrabando y la corrupci�n.
Finalmente, quiero anunciarle al pa�s que, con el
prop�sito de fortalecer la unidad nacional y de
construir pol�ticas de estado en �reas estrat�gicas,
convocar� en los pr�ximos dias un dialogo nacional
para la definici�n de una estrategia de desarrollo,
que incluya un acuerdo sobre elempleo y la pol�tica
fiscal. Adem�s, crearemos en el corto plazo, El
Consejo Econ�mico Social, que funcionar� como una
instancia institucional permanente en la que los
principales sectores econ�micos y sociales del pa�s
dialogar�n y buscar�n acuerdos sobre los principales
temas socioecon�micos.
Mis amigas y mis amigos,
Antes dije que queremos la reconstrucci�n social,
econ�mica e institucional de nuestro pa�s. Agrego,
ahora, que queremos y necesitamos tambi�n una
reconstrucci�n moral y de valores.
Precisamos, de hecho, hacer una revoluci�n pac�fica
y democr�tica que implante un modelo que inserte lo
social en la manera de organizar lo econ�mico e
inserte lo econ�mico en la valorizaci�n del
desarrollo humano.
Precisamos hacer una revoluci�n �tica. El bien
p�blico no puede ser confundido con el bien personal
y la �tica de los favores tiene que ser sustituida
por la �tica de la competencia sana y democr�tica.
Transparencia, combate a la corrupci�n y a todas las
formas de despilfarro y desv�o del dinero p�blico
ser�n cosas sagradas en nuestro gobierno.
Pero la lucha por el perfeccionamiento institucional
no puede ser la lucha aislada de un gobierno. Ella
debe involucrar a todos los poderes y a toda la
sociedad. Y tengo la certeza que el Legislativo, el
Judicial y la sociedad nos acompa�ar�n.
Este perfeccionamiento se dar� no s�lo con la
mejor�a de la calidad de las pol�ticas p�blicas,
sino, igualmente, con la mejor�a de la calidad y del
grado de independencia de las instituciones, como
tambi�n con la mejor�a de las pol�ticas y de las
pr�cticas del sector privado.
Salvadore�os y salvadore�as,
Revoluci�n pac�fica y democr�tica significa
disminuir las desigualdades, mejorar la calidad de
vida de la poblaci�n y recuperar la eficiencia de la
gesti�n p�blica.
Nuestra democracia se encuentra acechada por l�s
fuerzas oscuras del narcotr�fico y el crimen
organizado. Por las acciones de la delincuencia. Por
la situaci�n de apremio econ�mico que sufren miles
de familias. Por el deterioro acelerado e
irresponsable de nuestro entorno ambiental. Y
tambi�n por las inadecuadas decisiones
gubernamentales del pasado que han distorsionado la
funci�n p�blica AL consentir la corrupci�n en el
aparato del Estado.
Tenemos, como se ve, una tarea gigantesca por
delante, pero ella no nos intimida. Nuestro pa�s ya
enfrent� problemas muchos m�s serios y supo
encontrar los medios para superarlos. Pero todo fue
m�s r�pido cuando hubo paz y uni�n.
Precisamos reformar nuestras escuelas, reconstruir
nuestros hospitales, modernizar nuestras rutas,
ampliar y renovar nuestras fuentes de energ�a,
defender nuestro medio ambiente. Precisamos, ante
todo, reconstruir la vida de las personas, en
especial de los que m�s necesitan.
Y precisamos, sobre todo, promover la urgente
cualificaci�n de nuestra principal riqueza que es
nuestro capital humano.
�C�mo es posible que millones de compatriotas
migrantes, trabajando duramente fuera del pa�s,
logren su realizaci�n y consigan mejorar su vida?
�Qu� nos est� diciendo eso? Muy simple: que el
problema no est� en nuestro pueblo, en nuestra
gente; sino en la mentalidad de los gobiernos y
dirigentes que han conducido el pa�s. La riqueza
humana del pa�s est� dispuesta, s�lo falta un
gobierno sensible y patriota que la haga crecer. Yo
quiero ser el presidente de ese gobierno.
Eso se logra a trav�s de la mejor�a de la educaci�n
y la ampliaci�n de oportunidades.
Eso se logra cuando los ciudadanos, en especial los
j�venes, perciben que existe un gobierno que no
permite privilegios y coloca el talento, la
dedicaci�n y el esfuerzo como las �nicas causas de
promoci�n y de crecimiento.
Por eso, garantizo a los se�ores, que este ser� el
gobierno de la meritocracia, no el gobierno de
privilegios de familias, de abuso de clientelas y de
los vicios de padrinazgos sombrios.
Derechos, s�, para todos. Privilegios, no, para
nadie.
Aqu� las personas ser�n reconocidas por su talento y
su honestidad y no por sus conectes o su apellido.
Mis amigas y mis amigos,
En nuestro gobierno quien tenga m�ritos ser�
recompensado y quien tenga culpa ser� ejemplarmente
castigado. Se termin� el tiempo del padrinazgo y de
la impunidad.
Es con esta disposici�n que vamos a enfrentar todas
las formas de delito, en especial, el crimen
organizado y su rostro m�s dantesco: el
narcotr�fico.
Por causa de las falencias de las pol�ticas
nacionales, regionales e internacionales de combate
al narcotr�fico, esta plaga ha crecido, en el mundo,
como hidra de varias cabezas.
Por cada una que se corta en un pa�s, parece nacer
otra m�s adelante. En este campo de derrotas casi
sucesivas, Am�rica Central se ha transformado en
ruta y en destino.
S� que esta es una lucha en la que no se vence
aisladamente dentro de las fronteras nacionales.
Pero s� tambi�n que un gobierno que desarrolla
pol�ticas internas r�gidas, y que se articula con
otros pa�ses amigos, cumple su parte en esta
batalla.
Nosotros vamos a hacer eso con el m�ximo de control
y dedicaci�n. Daremos todo nuestro apoyo a los
buenos polic�as, que son mayor�a en nuestros �rganos
de seguridad, pero identificaremos y castigaremos,
con rigor, aquellos pocos que se desv�en de su
funci�n y se vuelvan c�mplices de estos criminales.
Es as�, en forma gradual y localizada, que el
narcotr�fico comienza a infiltrarse y transforma a
gobiernos y gobernantes en sus rehenes. El Salvador
no puede entrar en este circuito de terror y de
miedo. Como tambi�n no podemos dejar que segmentos
de la sociedad, en especial las personas m�s pobres,
sean rehenes de las pandillas y bandas menores, no
por eso menos s�dicas y peligrosas. Las maras, las
pandillas no pueden continuar actuando y creciendo
impunemente transformando barrios y comunidades en
territorios libres para sus delitos.
Vamos a luchar d�a tras d�as, para imponer la ley y
el orden en este submundo de anti-ley e inhumano.
Mis amigas y mis amigos,
Vivimos un tiempo de crisis de ideolog�as y de
falencia de modelos. En lugar de asustarnos por eso,
nos debe estimular. En lugar de entristecernos nos
debe alegrar. Porque nos enciende la esperanza de
actuar con fuerza creadora en el mundo y refuerza
nuestra capacidad de operar nuestra originalidad.
Precisamos no solo perfeccionar las instituciones,
sino tambi�n crear nuevos modelos y nuevas formas de
gesti�n y convivencia, teniendo como base un sistema
democr�tico cada vez m�s fuerte y renovado.
Para nuestra honra y felicidad, tenemos hoy aqu�
honorables jefes de Estado de varias naciones y que
representan modelos y experiencias distintas.
Cada pa�s y cada uno de los l�deres presentes nos
puede ofrecer ideas, inspiraciones y soluciones.
Pero esta influencia solamente ser� positiva si
consigui�ramos hacer una s�ntesis de lo que cada uno
tiene de mejor y, cr�ticamente, aplicarlas en
nuestro pa�s de acuerdo a nuestras necesidades y
nuestro pensamiento creador. Precisamos crear un
modelo nuevo de desarrollo nacional, un modelo nuevo
de pol�tica social y un modelo perfeccionado de
democracia que no sea una democracia falsa e
incompleta de ciertas derechas, que El Salvador
tanto conoce y que por eso pidi� un cambio.
Tengo cari�o y respeto por todos los jefes de estado
aqu� presentes y aqu� representados, a quienes rindo
mi sincero homenaje.
Todos ustedes son s�mbolos vivos de la esperanza de
sus pueblos. Una esperanza, incluso, que pueden
irradiar al mundo, como ocurri� con dos l�deres que
tuvieron un fuerte contenido simb�lico en mi
campa�a. Me refiero al presidente Barack Obama, aqu�
representado por su brillante Secretaria de Estado,
Hillary Clinton, esta mujer que honra a Am�rica e
irradia el brillo del g�nero femenino por el mundo;
y me refiero tambi�n al presidente Luis Inacio Lula
da Silva, mi amigo personal.
Cuando mis adversarios, distorsionando hechos y
manchando la honra de las personas, intentaron
falsamente descalificarnos, a mi y a mi querido
partido, el FMLN, fuimos a buscar los ejemplos
vigorosos de Obama y Lula, como prueba de que
l�deres renovadores, en lugar de ser una amenaza
significan un camino nuevo y seguro para sus
pueblos.
Obama, yo dec�a, prob� que es posible reinventar la
esperanza. Y Lula, yo dec�a, demostr� que se puede
hacer un gobierno popular, democr�tico, con econom�a
fuerte y distribuci�n justa de la riqueza. Una de
las cosas m�s lindas de la pol�tica es justamente su
capacidad de renovaci�n. Y renovaci�n es tanto traer
lo nuevo como hacer renacer valores eternos. Como
son los valores del progresismo. Porque pueden haber
fallado algunos modelos, mas los valores profundos
del progresismo no murieron ni morir�n jam�s. Ellos
est�n m�s vivos que nunca y son cada vez m�s
necesarios en el mundo y, de manera muy especial, en
El Salvador.
Mis amigas y mis amigos,
Nuestros desaf�os son grandes pero as� los hemos
aceptados desde hace mucho tiempo. Y mucho m�s ahora
que el pueblo salvadore�o nos eligi� para conducir
los destinos del pa�s.
Somos otra forma de administrar y conducir la
naci�n. Para nosotros la patria, el pa�s no son s�lo
su territorio, sus recursos, sus s�mbolos; para
nosotros la patria tambi�n es su gente, sus ni�os y
ancianos, sus mujeres y sus hombres. Somos
dirigentes a los que no s�lo les importa que les
cierren los n�meros, queremos que tambi�n cierren
mejor la vida de todas las familias salvadore�as.
Hemos elegido vivir mejor con todos y no s�lo con
unos pocos. Hemos elegido crecer con todos y no s�lo
con unos pocos. Esa es una decisi�n �tica,
filos�fica, moral y religiosa: cada compatriota es
nuestro hermano, y todos los salvadore�os son
nuestra gran familia.
Pero nuestra fe, nuestra �tica y nuestra filosof�a
no bastan por si mismas, si no las llevamos a los
hechos y a las acciones concretas de gobierno. Por
eso gobernar bien es la m�xima expresi�n del
compromiso con nuestro pueblo y con la memoria de
monse�or Oscar Arnulfo Romero, mi maestro y guia
espiritual de la naci�n.
Hay dirigentes, partidos y filosof�as que han tenido
su oportunidad de gobernar y han fracasado. Despu�s
de muchos a�os es nuestro turno, nuestra
responsabilidad. El pueblo salvadore�o nos est�
mirando y �l nos juzgar� en definitiva.
Pero tambi�n nos miran los otros pa�ses del mundo, y
en especial nuestros pa�ses hermanos de Centro y
Sudam�rica. Ellos conocen muy bien nuestros
sufrimientos y luchas. Muchos han sido, de modo
diverso, fraternalmente solidarios. Ha llegado la
hora de mostrar a todos que no hemos esperado tantos
a�os para gobernar mal y terminar frustrando las
ilusiones de nuestra gente.
No somos s�lo un pa�s al que hay que ayudar y
favorecer. Somos, seamos desde hoy, desde este
instante, frente a los ojos de propios y extra�os,
un pa�s, una dirigencia y un pueblo que luch� por
una oportunidad, que finalmente la tuvo y al
lograrla, no la desperdici�, no la frustr� y la supo
llevar a su realizaci�n m�s plena.
Salvadore�as y salvadore�os,
Este Gobierno trabajar� sin desmayo durante los
pr�ximos cinco a�os en una agenda de cambio
estructural que va a beneficiar tanto los
salvadore�os que aqui viven como nuestros hermanos
emigrados. A ellos les daremos todo El apoyo
necesario para asegurar sus derechos de trabajar,
vivir sin temores y regularizar su situaci�n
migratoria. En particular su derecho de ir y venir
para posibilitar su reunificaci�n familiar.
Por esta razones que el gobierno del cambio que hoy
inicia su labor ha escogido a hombres y mujeres de
dilatada experiencia y capacidad, que re�nen en los
dificiles momentos de la hora, dos cualidades de
gran valor: sensatez y honradez.
Somos concientes de que el destino de El Salvador
est� indisolublemente ligado al de nuestros hermanos
centro y sudamericanos. Por eso seremos decididos
impulsores de La unidad regional y latinoamericana.
En coherencia con esta visi�n, el gobierno que
presido, dado su car�cter progresista y pluralista,
tendr� relaciones diplom�ticas, comerciales y
culturales con todos los pa�ses de Am�rica Latina.
Esto significa que de inmediato se restablecer�n los
v�nculos diplom�ticos, comerciales y culturales con
Cuba.
Realizaremos todos los esfuerzos para ampliar,
fortalecer y renovar nuestra relaci�n con los
Estados Unidos, a quien historicamente estamos
ligados por muchos vinculos, entre ellos, la
presencia de millones de compatriotas que ah� viven
y trabajan.
Mis amigas y mis amigos,
Repito lo que dije en la noche del 15 de marzo:
quiero que este d�a tenga el mismo sentimiento de
esperanza y reconciliaci�n del esfuerzo que hizo
posible la firma de los acuerdos de paz en nuestro
pa�s.
En este esfuerzo de reconciliaci�n nacional quiero
convocar a todos, sin distinci�n, para que
participen de �l. Pero quiero llamar principalmente
a ustedes, mis queridos j�venes: Vamos a hacer una
patria joven, alegre, esperanzada. Vamos a construir
nuestro pa�s con alegr�a, con fe, con belleza. Con
fuerza creativa, sin traumas y sin preconceptos. Con
energ�a de vivir. Precisamos acabar con lo que
todav�a queda de nuestro complejo de v�ctimas porque
eso alimenta el odio, la autoconmiseraci�n, el
revanchismo y las disculpas f�ciles.
Aceleremos este proceso de renovaci�n emocional y
espiritual. El proceso de creer en nosotros mismos,
de respetar y hacernos respetar, de dejar la sombra
oscura de nuestras peores experiencias sociales y
personales.
Vamos, juntos, a reinventar nuestro pa�s y a traer
de vuelta a nuestros hermanos emigrados porque un
pa�s que es incapaz de albergar a sus hijos no puede
vivir feliz.
Vamos , juntos, a construir un pa�s de sofisticaci�n
humana y sofisticaci�n tecnol�gica. Un pa�s, y aqu�
pido licencia a la gran poeta Gabriela Mistral, que
nos llam� cari�osamente, el Pulgarcito de las
Am�ricas.
Un pa�s que no sea s�lo el simp�tico Pulgarcito de
las Am�ricas, sino que sea, tambi�n, el micro-chip
de un mundo nuevo, lleno de fuerza y de soluciones
innovadoras.
Un pa�s que, igual que, un micro-chip, haga de su
peque�ez la concentraci�n absoluta de su fuerza y la
condensaci�n m�xima de su conocimiento, para
producir, vigorosamente, la felicidad de su pueblo y
ayudar, aqu� en su peque�o espacio, la tarea de
reconstruir el mundo.
Vivamos y gobernemos para que los dem�s pueblos y
naciones digan: hoy, s�, este Pulgarcito es un gran
gigante del trabajo honrado, un gigante de la
libertad y de la felicidad de su pueblo.
Muchas Gracias! Que Dios los bendiga a todos! Que
Dios bendiga a El Salvador!
INTEGRANTES DEL
GABINETE DE GOBIERNO
Actualizado el
2009-06-01 21:23:25
Canciller: Hugo Mart�nez Ministro de Salud: Mar�a
Isabel Rodr�guez Ministro de Educaci�n: Salvador
S�nchez Cer�n Ministro de Gobernaci�n: Humberto
Centeno Ministro de Defensa: General en retiro David
Mungu�a Pay�s Ministro de Justicia y Seguridad: Jos�
Manuel Ministro de Hacienda: Carlos C�ceres Ministro
de Econom�a: H�ctor Dada Ministra de Trabajo y
Previsi�n Social: Victoria Marina de Avil�s Ministro
de Agricultura: Manuel Zevilla Ministro de Obras
P�blicas: Gerson Mart�nez Ministro de Medio
Ambiente: German Rosa Ch�vez Ministro de Turismo:
Jos� Napole�n Duarte Secretario Privado: Francisco
C�ceres Secretario de Comunicaciones: David Rivas
Secretario T�cnico: Alexander Segovia Secretario de
Asuntos Estrat�gicos: Francis Hasb�n Secretario de
Asuntos Legislativos y Jur�dicos: Dionisio Machuca
Secretaria de Inclusi�n Social: Vanda Pignato
Director de la Polic�a Nacional Civil: Comisionado
Carlos Ascencio Presidenta del Consejo de Seguridad
P�blica: Aida Santos Banco Central de Reserva:
Carlos Acevedo Superintendente del Sistema
Financiero, Previsional y Valores: V�ctor Ram�rez
Subdirector PNC: Ram�rez Landaverde CEPA: Guillermo
L�pez Su�rez CEL: Nicol�s Salum� FSV: Tom�s Ch�vez
FISDL: H�ctor Silva ANDA: Francisco Jos� G�mez LNB:
Juan Pablo Dur�n
Viceministros de la nueva administraci�n
presidencial
Viceministra de Tecnolog�a: Erlinda H�ndal
Viceministro de Defensa: Coronel Jos� Atilio Ben�tez
Viceministro de Trabajo: Calixto Mej�a Viceministro
de Agricultura: Hugo Alexander Flores Hidalgo
Viceministro de Transporte: Nelson Garc�a
Viceministro de Hacienda: Roberto de Jes�s Sol�rzano
Castro Viceministro de Comercio e Industria: V�ctor
Cerna Viceministro de Vivienda: Ed�n de Jes�s
Mart�nez Viceministro de Educaci�n: Eduardo
Buenaventura Bad�a Secretario Jur�dico: Dioniso
Machuca Secretario de Comunicaciones: David Marciano
Rivas Secretario T�cnico de la Presidencia:
Alexander Segovia C�ceres
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