De las cartas al Cholito: Un dorado seguro por Pipil Vu
Hace como 30 años fui a visitar a un viejo amigo de la infancia para venderle un seguro. Se llamaba Lalo, era del mismo pueblo y tenía una venta de madera en la capital. No te imaginas que a tiempo llegué. Dos días antes su hija Carol se había ido con Sebastián renacuajo, un joven que aún estaba estudiando, miembro de una familia pobre y que no sabía hacer nada. Carol había salido “embalada”.
Perdóname un pequeña digresión: la profesora preguntó a sus alumnos: “Qué tiempo gramatical usamos al decir la joven está “embalada” ?
y Pepito inmediatamente le contestó: ““ preservativo imperfecto señorita.””
Lalo estaba desesperado, indignado, quería mucho a su hija y no podía creer que ella no siguiera sus consejos de “no probar de aquello” sin haberse casado. Que yuca, me decía, estas dos noches no he dormido pensando cómo van a hacer para comer, de que van a vivir. A mi hija se la va a llevar Candanga por burra. (Saben quién es Candanga ? yo no sé quién es). Viéndole sufrir tanto me limité a repetirle dos frases que dicen constantemente en los Grupos del Programa de los Doce Pasos:
“Los hijos no son una extensión tuya. No trates de forzarlos a hacer lo que tú quieres o lo que tú querías ser ….. Son otras personas.
Respétalos.”
“Cuando un hijo está enamorado, salen sobrando los enojos o los buenos consejos de los padres”
Marito, me preguntó Lalo, dígame por favor que haría Ud. si se encontrara en mi pellejo? A cualquiera se le suben los humos si alguien le hace esta pregunta y no soy la excepción. En ese momento no me movía otro interés que el sincero deseo de servir y le dije: Tu querés mucho a la Carol, verdad? No te gustaría que comiera salteado, que viviera en un mesón, o que dejara de estudiar… ah? Porqué no vas y traés a los dos a tu casa y le enseñás a trabajar al muchacho? Donde van a estar mejor? La vida nos presenta situaciones en las cuales no hay más remedio que agachar la cabeza y esta es una de ellas.
Lalo me volvió a ver con ojos de culebra diciéndome: No me joda, como va a “crer“ yo no tengo los huevos de hacer una cosa así ?.. “El que mucho se agacha, el fondillo se le ve””
Mi estancia allí se había vuelto incómoda y no tuve más alternativa que usar una técnica de ventas diciéndole : Esto es lo que yo haría en un caso semejante, por favor pensálo. Traé a tu memoria el recuerdo de tu hija cuando estaba pequeña y le decías que la querías mucho, que siempre la ibas a cuidar. Acaso tu amor por ella se terminó por haber irrespetado tus conceptos? Vas a dejar de ayudarle cuando más te necesita?
Me fui de la casa de Lalo rumiando la siguiente frase de la Biblia: “El amor es paciente, no piensa mal, todo lo perdona”.
Ese día la venta de seguros fue nula, pero vieras que cachimbón me sentí al experimentar que había recibido a cambio un cheque al portador cuyo monto consistía en varias horas de plena alegría.
Tres años después me encontré a Lalo quien me dijo: Marito, Le estoy muy agradecido, seguí su consejo “ y hice ” lo que me dijo: ahora tenemos un nieto que viera como jode, nos ha hecho muy felices, y para terminar de joder el “hijueputiya” se parece a mí. Lléguese a la casa para que hablemos de un seguro. –
Y como dicen los sapos cuando llueve después de muchos de días de sequía: Ta vergón… ta vergón… ta vergón….