La semana pasada, periodistas de Canal 12 fueron amenazados de muerte mientras cubrían una audiencia pública en un tribunal de Santa Tecla. Este repudiable acto de violencia es un atentado contra la libertad de prensa y de expresión, y una violación al derecho de información.
Por eso en este espacio editorial condenamos las amenazas contra colegas de Canal 12, como lo han hecho la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH); y exigimos a las instancias estatales correspondientes garantizar la libertad de prensa, en este caso, salvaguardando la integridad física de los periodistas.
ARPAS condena la violencia contra la prensa con mucha propiedad, pues periodistas de radios asociadas también han sido víctimas. El caso más emblemático es Radio Victoria, situada en Cabañas, donde la empresa Pacific Rim quiso extraer metales del subsuelo sin importar los costos ambientales y sociales.
Ante los posibles daños de la minería, Radio Victoria informó a la población y generó debate sobre los costos y beneficios de la explotación minera. Y cuando las comunidades decidieron oponerse a dichos proyectos, la radio cubrió las acciones de resistencia y editorialmente se posicionó también contra la minería.
Entonces surgieron amenazas por teléfono, correos electrónicos y manuscritos dejados bajo la puerta del local de la radio. Los mensajes advertían a periodistas y locutores que, si informaban sobre la minería, les pasaría igual que a Marcelo Rivera, el ambientalista desaparecido, torturado y asesinado en junio de 2009 en San Isidro.
La denuncia nacional e internacional hizo que las autoridades implementaran medidas de protección para los comunicadores amenazados. Sin embargo, las investigaciones nunca dieron resultados y las amenazas de muerte están impunes hasta hoy.
Otro caso es Radio Tazumal, ubicada en Chalchuapa, Santa Ana. Esta radio ha sido víctima de la violencia de pandillas: extorsiones, amenazas y el asesinato de uno sus miembros. Estos hechos de violencia, también impunes hasta hoy, provocaron el autoexilio del director de la radio.
Por tanto, es necesario reiterar a las autoridades (Fiscalía y Policía) la demanda de encontrar y enjuiciar a los autores de la violencia contra Radio Victoria y Radio Tazumal, pues –al igual que las amenazas contra periodistas de Canal 12– constituye violación a la libertad de prensa, de expresión y de información.