ARPAS
Como reacción a la demanda de inconstitucionalidad contra la Ley de Telecomunicaciones que representantes de entidades pro democratización de la comunicación presentamos la semana pasada, El Diario de Hoy publicó ayer un editorial que exhibe a plenitud la ignorancia y la postura antidemocrática de su autor.
Con su particular visión sesgada de la realidad y la visceralidad de su discurso, el editorialista de ese periódico de extrema derecha cuestiona el recurso de inconstitucionalidad contra la subasta como único mecanismo para otorgar frecuencias de radio y televisión.
Dice –el editorial– que “la subasta es, en casi todo el mundo civilizado, la manera más justa y transparente de conciliar intereses”. Tal afirmación es errada porque la subasta ha sido eliminada en países (del mundo civilizado) como México, Colombia y Argentina que crearon mecanismos democráticos para otorgar frecuencias a medios comunitarios y otros operadores sin fines de lucro.
A renglón seguido, el editorialista confunde bienes públicos con bienes privados; y sostiene que, así como las pinturas de Picasso se subastan, las frecuencias también deben darse al mejor postor. Para información del redactor de editoriales de El Diario de Hoy, el espectro radioeléctrico es reconocido como patrimonio común por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
El editorialista del segundo diario matutino del país también debería revisar los informes de la Relatoría de Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA), sobre todo el informe de año 2010 que –referente a frecuencias radioeléctricas– plantea establecer mecanismos incluyentes para asignar las concesiones, destinar una porción significativa del espectro para los medios comunitarios y aprobar leyes antimonopólicas.
Sin embargo, aun conociendo esos informes, el editorialista de El Diario de Hoy no cambiaría de opinión porque su perspectiva es antidemocrática. En uno de los párrafos finales, el editorial confiesa que su autor no comulga con la equidad y la justicia: “La desigualdad en este caso (la subasta para asignar frecuencias radioeléctricas), aunque resulte difícil de entender, es el motor que mueve el progreso”, afirma con descarado cinismo.
Esa visión antidemocrática es la que impide al editorialista de El Diario Hoy encontrarle sentido a demandas como la que representantes de organizaciones sociales y académicas pro democratización de los medios hemos presentado a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.