Acerca de la importancia de un Acuerdo FMLN/ARENA
Antonio Martínez-Uribe
El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, dice que el diálogo para solucionar la crisis institucional entre el Legislativo y Judicial está avanzado, pero que necesita que los principales partidos del país, FMLN y Arena, se pongan de acuerdo para solucionarla. “Estamos avanzando.
No es cierto que las reuniones hayan resultado infructuosas; el tema es complejo, el problema es complejo”, indicó Funes, durante su programa radiofónico Agregó que el viernes, durante la tercera jornada de diálogo, que se inició el martes, no se produjo acuerdo alguno pero que los partidos políticos presentaron sus propuestas sobre lo que quieren, aunque no entraron en detalles a fin de no entorpecer la negociación. “Para lograr una solución en la mesa de negociaciones que se ha establecido necesitamos que Arena (Alianza Republicana Nacionalista) y el FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional) se pongan de acuerdo porque si no, no hay decisión”, enfatizó.
Comentarios y sugerencias:
Esto que dice Mauricio Funes es lo central del proceso. Lo hemos estado señalando desde antes de que estallara este conflicto. Hay que lograrlo, es un objetivo estratégico a alcanzar por la figura del Jefe de Estado.
¿Por qué es políticamente importante un acuerdo ARENA/FMLN?
i. Solamente entre los dos partidos suman más de 60 votos para poderle dar una solución a esta situación y a otras. Y, por otra parte, ninguno de los dos partidos logra la mayoría calificada con el apoyo de los otros partidos. O sea que a pura aritmética legislativa no hay salida.
ii. Estos dos partidos representan la inmensa mayoría del apoyo electoral y detrás de ellos tienen mucho respaldo.
La alianza para la democracia de los grupos de la llamada sociedad civil liderados por la ANEP, no tendrán sino que plegarse.
iii. Si se llegara a un acuerdo sin el apoyo unánime de estos dos partidos el país seguiría a la deriva. Además que, como no es probable, tampoco es posible históricamente, es decir aquí y ahora.
iv. También son las dos principales fuerzas sociales y políticas del país. Son los poderes digamos bipolares. Un acuerdo bilateral arrastrara a estas y otras fuerzas más o menos influyentes.
v. Cualquiera de las dos fuerzas pueden, por sí solas, o bien desestabilizar el país o bien convertirlo en un país gobernable en un marco de Estado de Derecho. Si no ha habido mayor desestabilización es sencillamente porque estos dos grandes partidos no lo han deseado hacer.
vi. Este desafío tiene una categoría de reto pendiente desde que se pusieron de acuerdo hace 20 años para la firma de la paz. Se han mantenido enfrentados y eso ha generado un sin fin de conflictos actuales y potenciales. Tan es así que es este enfrentamiento el que explica que el país no levante vuelo.
vii. Es decir, este comportamiento entre estos dos grandes que hay que darle una salida. Estas fuerzas debieron haberse puesto de acuerdo desde entonces, pero no se trata de ponerse de acuerdo en todo sino en una agenda de prioridades nacionales, las más relevantes.
viii. Definir (más allá de la problemática de la CSJ y la Sala de lo Constitucional), esta coyuntura estructural con una visión de Estado, debería propiciar lo que se ha dado en llamar un Acuerdo de Nación o de país. Pero bajo cualquier título, se deben de priorizar esos puntos clave para asegurar una cierta gobernabilidad democrática para los próximos 50 años.
ix. No es un asunto de excluir y de subordinar a los otros partidos políticos y actores sociales, sino de interpretar sus intereses y tratar de que se ellos se vean reflejados en este acuerdo bipartidario. El objetivo central es construir Estado de Derecho y Gobernabilidad democrática.
x. No se trata, ni tampoco es viable, que todos se pongan de acuerdo. Sino que se trata de que las fuerzas decisivas y de mayor peso político específico tomen decisiones y tengan la facultad de cumplirlas, implementarlas, operativizarlas.
xi. El país ha estado polarizado y lo está, ahora más que nunca en su historia. Despolarizarlo depende de la voluntad de ponerse de acuerdo por parte de las dos grandes fuerzas que lo polarizan, y hoy por hoy, estas fuerzas son ARENA y el FMLN y sus elites que deben tomar las decisiones cruciales como las que se necesitan en este minuto.
xii. ¿Sobre qué ponerse de acuerdo? Eso dependerá principalmente de las elites partidarias pero es de suyo estratégico alcanzar un acuerdo en lo táctico (magistrados, sala, etc.) y lo estratégico, que es vinculante con lo anterior: reformas constitucionales.
xiii. El Presidente es el que debe jugar este papel y advertir a los jugadores que en este acuerdo algo debe de perder ARENA y algo debe de perder el Frente. Igual: algo tendrán que ganar cada uno de ellos dos pero debe ganar el país en su conjunto.
Es decir, pierden algo las partes pero gana el todo. Esto es lo imperativo del momento.