Ramón D. Rivas
El viernes recién pasado, y ante una nutrida concurrencia en el salón de conferencias de la Asociación de Periodistas de El Salvador, mejor conocida por sus siglas como APES, Iván Montesinos presentó su obra en la que relata, en primera persona, su historia como fotoperiodista.
En estas dos entregas comparto con los lectores mi intervención como presentador de esa magna obra que ahora nuestra bibliografía nacional se viene a engrandecer. Y es que cuando leía los apuntes de Iván Montesinos impresos hoy en su libro, no tuve otro pensamiento más que considerar sus experiencias contadas como joyas de gran valor para las actuales y futuras generaciones de periodistas. Precisamente cuando conmemoramos los 20 años de la firma de los Acuerdos de Paz, muchos coincidimos en que los jóvenes de hoy desconocen la historia reciente de nuestra sociedad y democracia, lo cual es preocupante para el país. Muchos desconocen de los orígenes de la guerra, su desarrollo y los actores que intervinieron en ella. Algunos llegan a pensar que en El Salvador nunca hubo un conflicto bélico y que las diferencias políticas e ideológicas son el fruto de la inmadurez política de los diferentes partidos con los que cuenta el país. No obstante, nuestra insipiente democracia tiene apenas 20 años y las generaciones que antecedieron a la actual, sufrieron mucho por las diferentes injusticias sociales de la época. Por ejemplo, la generación de Iván Montesinos heredó y se desarrolló dentro de una sociedad injusta, inequitativa, pobre y excluyente. Hacer periodismo era considerado por el pueblo como un apostolado por la difícil situación que tenían que enfrentar los jóvenes periodistas ante un Estado autoritario y acostumbrado a reprimir la crítica de sus opositores. Por ello, considero que el aporte que Iván da a las actuales generaciones, específicamente a los periodistas y personas interesadas en la historia de nuestro país, es valiosa desde sus primeras páginas porque nos ubica en el sistema político y social que vivía El Salvador en los años 70, 80 y 90. En esa línea, destaco cuatro aspectos importantes que tiene la investigación de Iván Montesinos: PRIMERO. Este tipo de investigaciones, redactada desde el punto de vista de la experiencia y la vivencia misma de un periodista, se convierte en bibliografía básica para los estudiantes de las ciencias humanísticas. No se puede hacer periodismo en el país sin antes conocer y analizar sus orígenes en una sociedad que transitó de la época del militarismo a la democracia. Un periodismo serio y profesional parte de conocer el pasado, analizar el presente y tener una visión de futuro. Hacer periodismo no parte de conocer la gramática y la técnica de redacción. Se necesita conocer la historia de un país, del periodismo mismo y sobre todo, construir sobre la base de los grandes aportes dados por los que nos han antecedido en el proyecto de construir una sociedad más justa, incluyente y solidaria. Como lo hace ver Iván, el periodismo salvadoreño ha ofrendado a hombres y mujeres para tener lo que hoy somos. El sacrificio hecho por muchos, desde aprender las técnicas periodísticas de la prensa internacional hasta impulsar los cambios en la academia y en las salas de redacción, son valiosos aportes que deben conocerse y retomarse para refundar el compromiso de hacer un periodismo más profesional, más ético y más comprometido con los intereses sociales. Cuando el periodismo asume su verdadero rol en una sociedad, sobre todo cuando se registra un conflicto social bélico, la comunicación permite una viabilidad más inmediata a la solución de éstos, ya que al comunicar los hechos en su verdadera dimensión, las relaciones del ser-social de la persona tienen que ver con las informaciones y las significaciones que se producen, reproducen y circulan en cualesquiera de los fenómenos de la vida social de los que se trate. En otras palabras, cuando se logra transmitir los hechos para hacerlos común entre los miembros de una sociedad, estos adoptarán posiciones más objetivas para buscarles la solución más expedita. Y es eso lo que Iván nos muestra con su libro, el rol que jugó la prensa nacional e internacional en la solución del conflicto armado que vivió el país y los frutos que dio para refundar una democracia participativa. Es por ello que aprovecho la oportunidad para exhortar a los jóvenes periodistas de hoy y a la academia, a que revisen la historia de la prensa y de nuestra sociedad para no volver cometer los errores del pasado. Continuará…