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LAS LUCHAS POPULARES DEL SIGLO XX EN EL SALVADOR

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Por Roberto Pineda (segunda versión)
INDICE

  1. LA CLASE OBRERA SALVADOREÑA SE ORGANIZA

Introducción

  1. Francisco Gavidia y el ocaso del liberalismo
  2. Los artesanos: “el alma rebelde del país.” Creación en 1904 de la Sociedad Confederada de Obreros de El Salvador, COES
  3. 1910. Revista La Mujer Salvadoreña
  4. 1911. Carlos Alberto Imery
  5. 1911 y 1918. El fortalecimiento del Movimiento Obrero
  6. 1912. La actitud antiimperialista de Manuel Enrique Araujo
  7. 1914. La Doctrina Meléndez dijo No a la base militar USA en el Golfo de Fonseca
  8. 1913. Surge el pensamiento marxista. El Estado Centroamericano de Sarbelio Navarrete
  9. 1915. En Jucuapa se mantiene el espíritu unionista
  10. El maestro Marcelino Carballo (1874-1949)
  11. 1918. La campaña electoral entre Palomo y Jorge Melendez
  12. 1918. Surge Opinión Estudiantil.
  13. 1919. Las protestas estudiantiles y populares contra la Compañía del Tranvía en San Salvador y Santa Tecla
  14. 1919. La huelga de los trabajadores ferrocarrileros y de los sastres. Surge el Centro de Estudios Racionalistas Germinal. Primera Convención de la Unión Obrera Salvadoreña. Surge la Universidad Popular
  15. 15. La primera huelga obrera en El Salvador
  16. 1920. La captura de Barrientos y de Martí. Miguel Ángel Vásquez y Moisés Castro y Morales.
  17. 1921. Huelga magisterial. 28 de febrero. La masacre de una marcha de mujeres que protestaban contra el cambio de moneda. Huelga de zapateros
  18. 1922. La campaña electoral entre Miguel Tomas Molina y Alfonso Quiñonez Molina. . 25 de diciembre. Represión contra marcha de mujeres molinistas.
  19. 1923. Celebración del primer 1 de mayo en Santa Ana.
  20. 1924. Marcha del 1 de mayo en San Salvador. Primer Congreso Regional Constituyente de los Trabajadores de El Salvador. Creación de la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños, FRTS, conocida como La Regional
  21. 1925. Valentín Estrada y las estatuas de Atlacatl y Atonal.
  22. 1925. Se funda en Guatemala el Partido Comunista Centroamericano.
  23. 1926. Se funda la Liga Antiimperialista.
  24. 1927. Teresa Villafuerte Dupont, primera guerrillera salvadoreña
  25. 1927. Se crea la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños, AGEUS. El Dinero Maldito de Alberto Masferrer
  26. 1929. Carta del presidente Pio Romero Bosque al General Sandino
  27. Los primeros internacionalistas. Los peruanos Jacobo Hurwitz y Esteban Pavletich y el venezolano Ricardo Martínez…
  28. 1930. Prudencia Ayala y la lucha feminista.
  29. 1930. Surge el Centro Sindical Libertario

Introducción

El siglo XX es para El Salvador un largo periodo histórico lleno de victorias y derrotas, de avances y retrocesos, de momentos de mucha efervescencia popular y de largos periodos de estancamiento de los sectores populares. Es el siglo en el que surge la clase obrera como el destacamento de avanzada de la organización popular y se pone en la agenda política la lucha por el socialismo.

Es el siglo de la lucha por la democracia y el socialismo. Es el siglo de la incorporación de nuevas fuerzas sociales al esfuerzo por la justicia y el progreso social. A continuación hacemos una breve reseña de esta riquísima centuria de lucha y resistencia.

La primera década de este siglo (1900-1910) esta marcada por dos situaciones: el ocaso del liberalismo como corriente revolucionaria reflejado en la figura magistral de Francisco Gavidia, y el surgimiento de un movimiento obrero de naturaleza mutualista.

En la segunda década (1910-1920) observamos el aparecimiento de nuevos actores sociales como son las mujeres, la proliferación de periódicos antioligárquicos, la aparición del pensamiento marxista en círculos académicos, el fortalecimiento del movimiento obrero, la persistencia del pensamiento liberal unionista, la participación popular en campañas electorales, el surgimiento de Opinión Estudiantil, la aparición e influencia del Centro de Estudios Germinal, de clara orientación anarco-sindicalista y el nacimiento de las huelgas como arma de lucha de la clase obrera.

En la tercera década (1920-1930) presenciamos el inicio de un vigoroso movimiento popular que tiene diversas vertientes: la sindical que se expresa en la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños; en la creación desde la FRTS de puentes entre el trabajo urbano y el trabajo con sectores campesinos e indígenas; en el surgimiento de sectores obreros reformistas, anarco-sindicalistas y marxistas y sus canales de lucha ideológica, en la creación de instancias de solidaridad internacional con la lucha sandinista así como de apoyo a las víctimas de la reacción, como es el Socorro Rojo Internacional. En esta década surge a la vida política el legendario comunista Agustín Farabundo Martí.

En la cuarta década (1930-1940) en sus primeros dos años, nos encontramos con uno de los más ricos y multifacéticos periodos en relación a la organización popular. En marzo de 1930 surge la vanguardia histórica de los sectores populares, el Partido Comunista, llamado a dirigir un creciente y combativo movimiento obrero y popular, que logra atraer a sus filas a sectores campesinos, indígenas, intelectuales y militares, que se lanzan el 22 de enero de 1932 a “tomar el cielo por asalto” y durante tres días en varias poblaciones del occidente del país establecen soviets de obreros y campesinos. La superioridad militar del enemigo de clase derrota este esfuerzo y ejecuta una feroz carnicería de 30,000 personas, luego de la cual se establece un régimen militar altamente represivo que ilegaliza al movimiento popular, luego de asesinar a la mayoría de sus dirigentes y cuadros. No logran su propósito de destruir al Partido Comunista, que se refugia en la más absoluta clandestinidad, para reasumir su papel de conductor de las luchas populares.

En la quinta década (1940-1950) los comunistas y sectores democráticos unifican fuerzas y desarrollan las gloriosas jornadas de abril, mayo y diciembre de 1944. El 2 de abril se produce un levantamiento cívico-militar que es derrotado por el dictador Martínez, a principios de mayo se convoca a una Huelga General de Brazos Caídos que el 9 de este mes logra derrocar al tirano general Martínez, y se abre un periodo de apertura democrática en que surge el Frente de Unidad Democrática, FUD, en octubre hay un contragolpe reaccionario y en diciembre de ese año contingentes de militares y jóvenes democráticos incursionan desde Guatemala para combatir la dictadura, pero son derrotados en el Llano del Espino. En los años 46 y 48 los comunistas del PCS celebran en la clandestinidad su II y III Congreso.

En la sexta década (1950-1960) durante los dos primeros años los comunistas y sectores democráticos sufren la represión del régimen osorista, llegado al gobierno en diciembre de 1948. Posteriormente los comunistas reactivan el trabajo universitario y sindical, y logran la publicación de Opinión Estudiantil y fortalecer AGEUS así como crear en 1957 la Confederación General de Trabajadores Salvadores, CGTS. Forman en 1958 el Movimiento Revolucionario Abril y Mayo y el Frente Nacional de Orientación Cívica, FNOC, para enfrentar a la dictadura militar lemusista.

En la séptima década (1960-1970) a finales de 1960 se logra el derrocamiento del dictador José María Lemus y se inicia una breve apertura democrática de tres meses que es cortada de tajo por un contragolpe reaccionario, similar al de octubre de 1944, que lanza al exilio y a la cárcel a los dirigentes del PCS y del movimiento popular. En 1961 surge el Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR. En 1965 se crea la Federación Unitaria Sindical, FUSS. En abril de 1967 se realiza en Zacatecoluca una significativa huelga de los trabajadores metalúrgicos. Ese mismo año el Dr. Fabio Castillo desafía el orden establecido como candidato presidencial desde las filas del Partido Acción Renovadora, PAR, al plantear la reforma agraria como parte de su programa de cambios. En 1968 el magisterio dirigido por ANDES 21 de Junio, realiza una combativa huelga reivindicativa.

En la octava década (1970-1980) inicia un turbulento y a la vez grandioso proceso de acumulación de fuerzas parecido al de los primeros años de 1930, que se refleja en la creación primero de organizaciones político-militares y a mediados de la década, de organizaciones populares de masas. Inicia en abril de 1970 con el surgimiento como escisión del Partido Comunista, de una fuerza político-militar que adoptaría el nombre de Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí.” En marzo de 1972 surge una segunda fuerza político-militar, el Ejercito Revolucionario del Pueblo, ERP. En mayo de 1975 se crea la Resistencia Nacional, y en 1976 el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos, PRTC. A nivel de organizaciones populares, en abril de 1974 surge el FAPU, en agosto de 1975 el BPR; en octubre de 1977 las LP-28, y en diciembre de 1979 el MLP. El PCS crea en marzo de 1980 las Fuerzas Armadas de Liberación, FAL y contaba con el partido político Unión Democrática Nacionalista, UDN.

En la novena década (1980-1990) comienza un periodo marcado por un proceso unitario entre las fuerzas de izquierda, que se refleja en la creación de la Coordinadora Revolucionaria de Masas, CRM, del Frente Democrático Revolucionario, FDR y en la Dirección revolucionaria Unificada, DRU. En marzo de 1980 la derecha asesina al Arzobispo Monseñor Oscar Arnulfo Romero, carismático pastor comprometido con las luchas populares. En octubre de 1980, hace treinta años, se funda el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN. En enero de 1981 el FMLN lanza su primera Ofensiva General que marca el inicio de una Guerra Popular Revolucionaria, con la creación de frentes guerrilleros en Chalatenango, san Vicente, Morazán y Guazapa, que se prolongaría por doce años. Han pasado cincuenta años desde el levantamiento de enero de 1932. La figura de Schafik Handal, el Comandante Simón aparece conduciendo desde la Comandancia General del FMLN, los esfuerzos por una solución política-negociada al conflicto armado, que contó desde 1990 con el acompañamiento de las Naciones Unidas. En 1986 surge la Unidad Nacional de Trabajadores Salvadoreños, UNTS como expresión unitaria del movimiento popular. El 11 de noviembre de 1989 el FMLN lanza su segunda ofensiva general “hasta el tope” incursionando a la ciudad capital.

En la última década (1990-2000) se logra en enero de 1992 por medio de Acuerdos de Paz entre el FMLN y el Gobierno de El Salvador, poner fin al conflicto armado e iniciar un nuevo periodo histórico, de transición democrática, caracterizado por el enfrentamiento político entre el FMLN, que de fuerza guerrillera se convierte en partido político y el partido derechista Alianza Republicana Nacionalista, ARENA, que gobierna entre 1989 y 2009.

En 1994 y 1998 el FMLN lleva como candidatos a la presidencia a Rubén Zamora y a Facundo Guardado respectivamente. No logra la victoria. El movimiento social entra en un periodo de enfriamiento y por otro lado, se fortalece orgánicamente el FMLN como un gran partido de masas. En 2004 compite por el FMLN para la presidencia, el dirigente histórico Schafik Handal y la derecha realiza un descarado fraude para evitar ser derrotada. Y a finales de la primera década, en el 2009, se logra la instauración del primer gobierno de izquierda, presidido por el periodista Mauricio Fúnez. A continuación esta breve reseña histórica, de mucha síntesis, dada la magnitud del periodo comprendido.

1. Francisco Gavidia y el ocaso del liberalismo

Francisco Gavidia (1865-1955) es el intelectual nacional más destacado de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Sus conocimientos eran enciclopédicos y abarcaban desde la historia hasta la lingüística, desde la literatura hasta la pedagogía. Dedicó setenticinco años de su vida a contribuir a la lucha por la verdad y la justicia.

Mantuvo con firmeza una conciencia democrática, caracterizada por su profunda sensibilidad hacia los explotados y un claro sentido de dignidad frente a la soberbia de los poderosos; lo que le condujo por caminos de claro rechazo a las dictaduras y a las ambiciones imperialistas.

De hondas convicciones democráticas, abrazó el ideal liberal, lo que le llevó a apoyar la gestión progresista del presidente Francisco Menéndez en 1885, y cuando este es derrocado por la oligarquía, se ve obligado a salir al exilio.

A principios de este siglo lo encontramos preocupado por el avance oligárquico conservador, y para enfrentarlo nos comparte desde el semanario El Liberal, la plataforma programática del Partido Liberal, la cual contempla como principios fundamentales la lucha por las libertades básicas del pueblo salvadoreño. Por otra parte, en 1907 surge de manera clandestina el periódico La Voz de la Nación como la ultima expresión de rebeldía del líder popular Dr. Prudencio Alfaro, también de raigambre liberal. (1)

En un esfuerzo por esclarecer el papel ideológico jugado por Gavidia y profundizar sobre el concepto de mestizaje, el investigador Ricardo Roque Baldovinos nos advierte que:

“Francisco Gavidia es uno de los primeros que reclama la urgencia de la invención

imaginaria de la nación y la necesidad de creer simbologías y relatos que lidien de alguna forma (y ya veremos cuál es la forma que tiene en mente) con la naturaleza multirracial y multicultural de la sociedad salvadoreña. La extensa obra literaria de Gavidia ofrece varios ejemplos de sus intentos de elaborar una resolución al tema del contenido de la nacionalidad y la complejidad de esta operación. “La loba”, un relato publicado en 1895 y recogido posteriormente en Cuentos y narraciones, es un ejemplo de esa labor de búsqueda y de síntesis.”

 

“A primera vista, este relato no parece propiamente un cuento en el sentido más canónico del término. Es un relato donde se ve todavía muy fuerte la impronta de cierta literatura didáctica y de ideas. No importa. Aquello que desde otra perspectiva crítica podría verse como una limitación, nos resulta aquí de suma utilidad. Esta forma literaria arcaica, que no disimula la función excesivamente pedagógica del narrador en detrimento de la fuerza de la trama, revela el andamiaje en el proceso de construir una autoridad cultural desde la cual escribir la nación en formación.” (2)

 

2. Los artesanos: “el alma rebelde del país.” Creación en 1904 de la Sociedad Confederada de Obreros de El Salvador, COES

El investigador Ítalo López Vallecillos en su obra El periodismo en El Salvador expresó que “los artesanos fueron el bastión popular y progresista. Los barrios del Calvario, Candelaria y La Vega participaban en la lucha política e igualmente lo hacían en las festividades religiosas o cívicas. Los artesanos eran en ese entonces, el alma rebelde del país.”

Desde mediados del siglo pasado fueron surgiendo en las principales ciudades, grupos de obreros artesanales que se convirtieron rápidamente en una fuerza al servicio de las causas liberales y unionistas. Fueron estos sectores los que promovieron la creación de las primeras sociedades de artesanos, embriones de lo que después se convertiría en el movimiento sindical. Ideológicamente estos sectores transitaron desde una visión liberal y unionista hasta posiciones mutualistas y reformistas, luego anarco-sindicalistas y algunos lograron avanzar hasta convertirse en marxistas, y pasar a formar parte del Partido Comunista.

Durante toda la primera y segunda década van apareciendo a lo largo del país estas sociedades obreras mutualistas, que asumen la tarea de promover campañas por el mejoramiento de la situación educativa y de salud de los sectores populares. Predican la conciliación de clases y un enfoque reformista a la problemática social.

En 1900 surge la Sociedad Económica La Esperanza. En 1902 la Sociedad de Artesanos Excélsior inicia un ciclo de conferencias dominicales “para la instrucción de la clase obrera.” En mayo de 1904 se unifican los esfuerzos de las sociedades Excélsior, Unión, Federación y Gerardo Barrios formándose la Sociedad Confederada de Obreros de El Salvador, COES. La COES fue el primer embrión de central obrera del país, aunque todavía tuvo presencia patronal. (3)

3. 1910. Revista La Mujer Salvadoreña

En junio de 1910 hace su aparición la revista ilustrada La Mujer Salvadoreña, que es publicada por la Escuela Tipográfica de la Técnico-Práctica de Señoritas. Estuvo dirigida por Adela A. Orantes, (1861-1949) destacada maestra salvadoreña. (4)

4. 1911 Carlos Alberto Imery (1879-1949)

Nace en San Salvador y en este año crea en su propia casa como un esfuerzo privado la primera Escuela de Dibujo y Pintura, que posteriormente recibe apoyo gubernamental y se convierte en la Escuela Nacional de Artes Gráficas. En 1950 toma su nombre. (5)

5. 1911 y 1918. El fortalecimiento del Movimiento Obrero

El 1911 y 1918 se realizan dos importantes reuniones de obreros orientadas a fortalecer su organización y unidad. Se celebra en San Salvador, en el marco del 100 aniversario del primer grito de independencia, en 1911, el Primer Congreso Obrero Centroamericano, con la participación de delegaciones de los diversos países de la región. En esta reunión aparece la figura de José Mejía que durante toda esta década jugará un papel relevante en el movimiento obrero. Es una reunión patrocinada por el presidente Manuel Enrique Araujo.

Uno de los principales acuerdos de esta asamblea de obreros-patronos de 1911 fue el de rechazar ser usados como carne de cañón en las frecuentes guerras fratricidas que caracterizaban la vida política regional, con lo cual rechazaban el nacionalismo burgués propiciado por los gobernantes locales. La resolución establece: “Que todos los obreros, pertenecientes a la federación, den juramento de no prestar su brazo para el uso de las armas contra ningún Estado de Centro-América.”

El dirigente obrero salvadoreño José Mejía al inaugurar este congreso expresó que “nuestra educación es lo único que transformara nuestro estado social…” agregando la idea “que los hombres hagan sociedades, que las sociedades hagan gremios y que los gremios hagan nación.” (6) Ese mismo año, en diciembre, surge la Revista Obrera, órgano mensual del Consejo Federal de las Sociedades de Artesanos del Estado de El Salvador, dirigida por Mariano Lobos.

El siguiente año, 1912, y con la anuencia gubernamental, observamos el despliegue de un intenso proceso organizativo que involucra a tipógrafos, barberos, y panaderos. En 1913 se organizan los trabajadores ferrocarrileros, una fuerza estratégica por su influencia y combatividad.

En julio de 1918, en la población occidental de Armenia tiene lugar otro encuentro nacional de agrupaciones obreras bajo el patrocinio del terrateniente y futuro presidente Arturo Araujo, que incluso construye el edificio donde se celebra la reunión. En esta reunión se nombran como presidentes honorarios al mismo Arturo Araujo, a Alberto Masferrer y al entonces presidente Carlos Meléndez. También participó en este Congreso Obrero salvadoreño Salvador Ricardo Merlos, que posteriormente se destacó como luchador demócrata y profesor de la Universidad Popular.

En el marco de este congreso de obreros-patronos apareció el periódico quincenal Unión Obrera Salvadoreña, órgano del Consejo Supremo de la Federación de Trabajadores, dirigido por José Mejía y como redactores Lisandro Villalobos, Salvador Ricardo Merlos y Julio A. Contreras. La organización surgida de este encuentro se llamará también Unión Obrera Salvadoreña.

En un trabajo clásico de análisis marxista del desarrollo del proletariado salvadoreño Rafael Menjivar (7) elabora un cuadro de las principales organizaciones artesanales y obreras existentes hasta 1917. Suman 45. Es interesante rescatar de este cuadro que: a) 18 son de San Salvador, y 23 de interior del país b) de Ahuachapán 5, de Santa Ana 4, de San Miguel 3, de Sonsonate2, de San Vicente 1 c) en Ahuachapán aparecen las Mengalas (Jóvenes) Unionistas d) surge la Unión Católica de Obreros e) esta ya la Liga Ferrocarrilera f) la mayoría de estas organizaciones fueron creadas en el periodo 1912-13 durante el mandato de Manuel Enrique Araujo g) aparecen en la capital ya sociedades de empleos particulares como carpinteros, albañiles, barberos, empleados de comercio, zapateros, Sociedad Central de Maestros, Cooperativa de Tipógrafos, y Liga de Ferrocarrileros. Por su parte Acuña señala que en Armenia participaron 51 sociedades obrero-patronales.

Menjivar en el estudio citado utiliza las líneas metodológicas diseñadas por el investigador mexicano, Juan Felipe Leal, consistentes en descubrir las relaciones sociales de producción, intereses específicos, ideología política, estrategia y táctica. Considera Menjivar sobre el movimiento artesanal de la época que “sus formas de organización, que avanzan de la formas mutualistas a las cooperativas de producción y consumo, son eminentemente defensivas y se mueven dentro del marco ideológico que va desde el socialismo utópico hasta el anarquismo.” Asimismo subraya que “es característico la integración en ellos, tanto de los patronos como de los asalariados.”

Evalúa la reunión de Armenia de 1918 como un esfuerzo desde sectores burgueses por crearse una base política. Cita un editorial del periódico Unión Obrera Salvadoreña que plantea la “concordia entre obreros y obreros, entre clases y clases.”Considera que su conciencia de clase “es inestable e indefinida.”No obstante esta pretensión, los sectores terratenientes intuyen el peligro de la reunión de Armenia y reaccionan exigiendo al gobierno el estacionamiento de tropas en el lugar.

6. 1912. La actitud antiimperialista de Manuel Enrique Araujo

“No obedezco ordenes de nadie” escribió en una carta dirigida al presidente norteamericano Taft, en 1912, en la cual el presidente Manuel Enrique Araujo condenó enérgicamente la intervención militar de tropas estadounidenses en Nicaragua. Asimismo Araujo mantuvo una digna actitud de oposición a que el país se endeudara con préstamos internacionales. Incluso propuso la creación de un organismo financiero de naturaleza regional para garantizar la soberanía de los países centroamericanos. No hubo durante todo el siglo XX otro presidente que se acercara a esta posición de independencia y dignidad.

7. 1914. La Doctrina Meléndez dijo No a la base militar USA en el Golfo de Fonseca

En 1907 se celebró en Washington una conferencia de los presidentes centroamericanos en la que se tomo el acuerdo de no reconocer gobiernos surgidos de golpes de estado y ponerle fin de esta forma a las guerras que afectaban a la región. Asimismo se acordó constituir la Corte de Justicia Centroamericana para dirimir cualquier tipo de controversia.

No se imaginaron los gobernantes estadounidenses que precisamente este organismo judicial iba servir para garantizar la independencia y soberanía de la región y ponerle un dique a sus pretensiones expansionistas. En 1914 los gobiernos salvadoreño y costarricense, presentaron una demanda contra Nicaragua: “por los actos derivados del “Tratado Bryan Chamorro “.

“Por dicho Tratado, emitido el 5 de agosto de 1914, Nicaragua cedía a los Estados Unidos el derecho a perpetuidad para la construcción del paso interoceánico vía río San Juan – Gran Lago; daba en arriendo a dicha potencia por noventa y nueve años la Isla Grande y Pequeña Maíz en el Caribe, y otorgaba, por similar periodo el derecho para que los Estados Unidos establecieran una base naval en el Golfo de Fonseca.”

“La querella salvadoreña, argumentaba que el tratado Bryan - Chamorro era un acto oficial del Gobierno de Nicaragua que ponía en peligro la seguridad nacional de El Salvador. Desconocía y violaba sus derechos de condominio sobre el Golfo de Fonseca y lesionaba sus derechos fundamentales como Estado Centroamericano, agregando que dicho convenio no habría podido celebrarse válidamente, por contradecir el Tratado General de Paz y Amistad [de 1907], en lo relativo a la neutralidad permanente de Honduras y la propia Constitución Política de Nicaragua.”

La demanda y la argumentación salvadoreña se ha conocido en nuestra historia como “Doctrina Meléndez”, ya que correspondió al Presidente Don Carlos Meléndez promover este litigio en pro de la soberanía nacional. El punto central de la tesis salvadoreña fue el criterio de que el Golfo de Fonseca, geográfica e históricamente, es una bahía territorial.” (8) En la década de los noventa, una derecha entreguista autorizó que en Comalapa se estableciera una base Militar de los Estados Unidos, que es una afrenta a nuestra independencia y soberanía.

8. 1913. Surge el pensamiento marxista. El Estado Centroamericano de Sarbelio Navarrete

“El Estado Centroamericano” constituye la primera obra de pensamiento marxista escrita en El Salvador. Fue la tesis doctoral de Sarbelio Navarrete, pronunciada el 29 de marzo de 1913. La obra de este demócrata salvadoreño, que hizo uso de las herramientas conceptuales del marxismo para analizar nuestra historia, es una herencia que forma parte e inaugura la tradición marxista en nuestra Patria.

La vida y obra del Dr. Sarbelio Navarrete (1879-1952) estuvo guiada por un claro sentido del deber cívico, profundamente demócrata, bolivariano, sandinista, amigo de los trabajadores, animado por la ciencia y con una definida actitud antiimperialista.

“Nació el 29 de enero de 1879 en San Esteban Catarina, en el departamento de San Vicente. Estudio derecho en la Universidad de El Salvador. En 1910 viajó a la Argentina en representación de los estudiantes salvadoreños, para participar en el II Congreso Universitario Americano. Este viaje le permite relacionarse con personalidades democráticas del continente, incluyendo a José Ingenieros.”

En su carácter de sub-secretario de instrucción pública, habla en 1930 sobre Bolívar y nos dice que “el solo nombre de Bolívar es un himno a la libertad. En las luchas por la Emancipación, en la pugna titánica por quebrantar el yugo de trescientos años, se hacía preciso demostrar al mundo que eran merecedores de la libertad los pueblos que por alcanzarla combatían…”

“En 1936, en plena dictadura martinista, es electo Rector de la UES. Y convierte la Alma Mater en trinchera contra el oscurantismo y el militarismo. Renuncia en 1939 cuando el tirano Martínez suprimió la autonomía universitaria. En 1944, luego de la caída del tirano es electo magistrado de la Corte Suprema de Justicia y segundo designado a la Presidencia de la República. En octubre de ese año repudia el golpe militar y es obligado a exilarse a Guatemala. Se integró a la Corte Suprema de Justicia en el Exilio.”


“En 1948 es nombrado presidente de la Corte Suprema de Justicia. Dura dos años en el cargo. Muere en 1952 a los 74 años. Durante toda su vida fue un ejemplo de intelectual demócrata, comprometido con su pueblo.” (9)

9. 1915. En Jucuapa se mantiene el espíritu unionista
 
 

La Sociedad Unionista de Obreros “La Republica” reflejando una convicción muy profunda de los gremios obreros, realiza diversas actividades en esta población oriental para mantener viva la llama del ideal unionista de Francisco Morazán, ya que se propone “trabajar para reconstruir la antigua patria centroamericana.”(10)

10. El maestro Marcelino Carballo (1874-1949)

Nació en Zacatecoluca y se distinguió como pintor de motivos religiosos. Fue maestro de maestros, ya que entre sus alumnos se encuentran el caricaturista José Antonio Pineda Coto, creador de la caricatura de Juan Pueblo y los pintores Carlos Alberto Imery, Carlos Amaya, Rafael Pérez y el muralista Camilo Minero. (11)

11. 1918. La campaña electoral entre Palomo y Melendez

Alrededor de la candidatura del Dr. Tomas Guillermo Palomo se ubicaron los sectores más progresistas del estudiantado y obreros artesanos que se enfrentaban a la feroz dinastía de los Meléndez-Quiñonez representada en esta elección por el candidato Jorge Melendez, que ganó fraudulentamente y luego gobernó entre 1919 y 1923. Fue una campaña muy violenta en la cual los sectores de la reacción organizaron la fatídica Liga Roja para sembrar el temor entre la ciudadanía. Melendez por su parte, hizo esfuerzos denodados por lograr atraerse las simpatías de los sectores artesanales.

El líder estudiantil José Luís Barrientos fue uno de los más decididos partidarios de Palomo, publicando periódicos y hojas sueltas. Organizo el Centro Estudiantil pro –Palomo y publico Verbo Estudiantil. En 1919 publico el periódico de denuncia política La Ráfaga, por el cual fue capturado por el presidente Quiñonez, encarcelado en la penitenciaría Central y luego desterrado. Como gesto de solidaridad, su padre, el Dr. Luís Barrientos tomó a su cargo la publicación. (Figeac, F. pág. 208 Citado por López Vallecillos).

12. 1918. Surge Opinión Estudiantil.

Durante ochenta años (1918-1998) Opinión Estudiantil fue una fuente de información y orientación desde los estudiantes universitarios hacia los sectores populares. Es una de las mayores contribuciones al desarrollo de un pensamiento de izquierda y revolucionario. Las mentes más lucidas de la sociedad salvadoreña escribieron en sus paginas para denunciar los atropellas de la oligarquía, de la dictadura militar y del imperialismo norteamericano.

“En sus primeras épocas fueron redactores los estudiantes: José Luís Barrientos, Carlos Menéndez Castro, Ernesto Argueta, Leopoldo E. Molina Gómez, Miguel Paredes Campos, Oliverio Cromwell Valle, Ramón López Jiménez, Enrique Porras, Alfredo Espino, Enrique Magaña Menéndez y otros.” (12)

13. 1919. Las protestas estudiantiles y populares contra la Compañía del Tranvía en San Salvador y Santa Tecla

En una medida arbitraria e inconsulta los propietarios ingleses de la Compañía del Tranvía decidieron eliminar los pases que los estudiantes universitarios tenían para abordar estas “destartaladas” unidades, con tarifas reducidas. Frente a esto la “Federación de Estudiantes Universitarias” convoco a una asamblea de estudiantes para discutir esta situación.

 

La asamblea estuvo presidida por el estudiante Julio Francisco Castillo, presidente, y asistieron representantes estudiantiles, entre los cuales sobresalían Salvador Escalón, Leopoldo Molina, Enrique parras, julio Contreras, Rafael Domínguez Parada, José Luís Barrientos, Edmundo Vásquez, Alfredo Espino, Ramón López Jiménez, entre otros.

 

Se acordó “no en la completa destrucción de los tranvías, sino en dar a los pulpos un buen escarmiento.” La acción consistiría en ataques simultáneos en las diferentes líneas de servicio para lo cual se crearon cinco equipos de 25 estudiantes: uno actuaría en el Centro al mando de Julio F. Castillo; uno en San Jacinto dirigido por Carlos Alberto Santos, uno en a Avenida Independencia bajo el mando de José Luís Barrientos; uno en Aculhuaca dirigido por Domínguez Parada y el ultimo en el Hospital Rosales conducido por Alfonso Mira Menéndez.

 

El día de la actividad el grupo del Paseo Independencia se apostó frente a los talleres de la Cervecería La Constancia a esperar que apareciera el primer carri-coche. Rápidamente fue rodeado y acompañado por sectores populares. Cuando llega y se detiene, los estudiantes gritan: al asalto y “arrebatan las riendas del cochero, desenganchan el tiro que mulas que echan a correr por la calle como en campo raso, con cortesía obligan a los pasajeros a descender, y tumban en un santiamén el armatoste…Alguien insinúa: “hagámosle la autopsia.” No se supo de donde llega d emano en ano, un galón lleno de gasolina y echándosela encima al coche puesto “patas arriba” le prendieron fuego.”

 

Por su parte, el grupo del centro se concentró frente a Catedral y al llegar el primer coche lo dejo pasar, y así a otros hasta que sonaron las 8.30 a.m. detuvo al tranvía. Bajo a sus transeúntes, desconectó las bestias y luego de voltearlo, “le descargan una verdadera lluvia de piedras hasta cubrirlo.”Lo mismo se hizo en los otros lugares, con acompañamiento popular.

 

La reacción gubernamental fue militarizar los tranvías, utilizando a la Guardia Nacional. Cuando vieron aparecer el primer tranvía militarizado, José Luís Barrientos arengó a los estudiantes para detener el tranvía. Pero otro estudiante, Domínguez Parada, detuvo la acción considerándola imprudente. Posteriormente “el servicio se mejoró…” (13)

 

14. 1919. La huelga de los trabajadores ferrocarrileros y de los sastres. Surge el Centro de Estudios Racionalistas Germinal. Primera Convención de la Unión Obrera Salvadoreña. Surge la Universidad Popular

En 1919 los ferrocarrileros se declaran en huelga exigiendo aumento de salarios y mejores condiciones de trabajo. Este es un momento de ruptura política e ideológica ya que la huelga como sostiene Menjivar “como método de lucha esta indicando claramente el surgimiento de una ideología o varias ideologías en clara contraposición a la que tenía el movimiento mutualista.” (14)

Asimismo a finales de julio de ese año se fueron a la huelga los sastres, los cuales luego de una semana de paro lograron un aumento salarial. La Unión de Sastres, decidió que la toma de posesión de sus juntas directivas no iba a celebrarse los 15 de septiembre como era tradicional, sino los 1 de mayo y acompañado de vacación para sus afiliados. Otra medida de claro contenido clasista fue su decisión de “apoyar toda huelga que en pro del mejoramiento de la clase trabajadora fuera declarada.” Y para enfatizar su naturaleza proletaria establecían que “en esta Unión no pueden ingresar los propietarios de taller, porque estos explotan al operario.” (15)

1919 es por lo anterior un año clave de viraje profundo hacia la construcción de una conciencia clasista de lucha del trabajo contra el capital. Y en ese proceso juega un papel destacado el Centro Germinal, de orientación anarquista.

En toda América Latina y el Caribe a principios de este siglo los sectores anarcosindicalistas contribuyen a la organización del movimiento obrero. En los casos salvadoreño y costarricense organizan espacios educativos con el nombre Germinal desde donde divulgan su doctrina. Nos dice López Bernal que “el Centro Germinal parece haber jugado un papel importante en la formación de sindicatos. Ese mismo año organizó la Unión de Carpinteros. El Centro Germinal también trató de organizar a los zapateros.” (16)

El 6 de junio de 1919 se celebra la Primera Convención de la Unión Obrera Salvadoreña, creada en el Congreso Obrero de Armenia. Luis Felipe Recinos, dirigente de la UOS, en esta reunión propuso la celebración “del día del trabajo.” . Por su parte, José Mejía en su discurso estableció un programa de lucha que contemplaba como banderas: luchar por “conseguir que la jornada de trabajo de la mujer se redujera a ocho horas, que se hiciera efectivo el descanso dominical y que se aumentara el salario de los trabajadores federados “ pues el actual régimen de salarios es inmoral e inicuo.” (17)

El 11 de noviembre de 1919 la Confederación de Obreros, COES decide establecer la Universidad Popular como un espacio orientado al fortalecimiento educativo, científico, cultural y político de sus afiliados. Por medio de charlas y conferencias los más destacados intelectuales de la época contribuyeron en este esfuerzo. Entre estos mencionamos a Salvador Ricardo Merlos, a Francisco “El Indio” Luarca, los entonces jóvenes Alfredo Díaz Nuila y Alfonso Rochac, la intelectual Zoila Argentina Jovel, que después fue militante del PCS, entre otros.

El 19 de septiembre de 1926 Merlos dictó una conferencia sobre la situación de Nicaragua afirmando que “cuanto atañe a Nicaragua internacionalmente, se relaciona con el futuro de Centroamérica.” En esos años también se desarrollaban charlas de carácter político educativo en el Centro Cultural Obrero “Joaquín Rodezno.”Por ejemplo, el profesor Francisco Moran hablaba en ese espacio educativo sobre la gran revolución Socialista de Octubre y los avances de la URSS.

15. La primera huelga obrera en El Salvador

Un lunes 21 de julio de 1919 bajo un sol radiante y la mirada sorprendida y encolerizada de los patronos, los operarios de los talleres artesanales de sastrería de San Salvador, organizados en la Unión de Sastres, decidieron irse a la huelga para exigir un justo aumento de salario.

Con esa acción daban inicio al nacimiento del movimiento obrero salvadoreño clasista y se abandonaba los antiguos gremios de maestros y aprendices, que venían funcionando desde la época del caudillo liberal Gerardo Barrios. Fue la primera huelga obrera en El Salvador.

Esta Unión de Sastres había sido organizada a principios de año por la labor pionera del Centro Racionalista de Estudios Germinal, que desde una visión anarco-sindicalista se había dedicado a promover la organización sindical entre sastres, zapateros, albañiles y barberos, transformando las antiguas sociedades (con presencia de dueños de taller) en uniones. El presidente de la Unión de Sastres que dirigió la huelga fue Ramón Navarro.

La sociedad salvadoreña tuvo que definirse frente a esta novedosa expresión de lucha de clases. Y los sastres en huelga recibieron el apoyo de diversos sectores democráticos, incluyendo al Partido Patriótico Democrático, sectores estudiantiles universitarios, vendedoras de frutas en las calles, e incluso ciertos sectores del mismo gobierno de Don Jorge Meléndez, en particular el Ministro de Gobernación. El mismo día 21, en reunión de la Unión de Barberos, su vice-presidente, Abel Palmas-Rojas, propuso y se aprobó apoyar “moral y materialmente” a los sastres en huelga.

 

Pero también recibieron el repudio de los sectores patronales y la critica de las tradicionales sociedades artesanales, que no comprendían que se estuviera atacando a los “maestros.” Incluso hubo un taller, el del Sr. Grimaldi, donde tres sastres se mantuvieron laborando, por lo que fueron expulsados de la Unión de Sastres.

Un personaje que jugó un papel destacado en el desarrollo y desenlace victorioso de este conflicto laboral fue el luchador social y periodista José Felipe Recinos, que desde las páginas del Diario del Salvador(1)se dedicó a divulgar los avances del movimiento huelguístico.

El conflicto laboral duró una semana, y fue una importante escuela de lucha ya que permitió foguearse a esta primera generación de líderes sindicales. El 28 de julio la sociedad salvadoreña supo que el conflicto había sido ganado por los trabajadores. La primera huelga victoriosa de la clase obrera salvadoreña.

Al final de esa gloriosa semana, el domingo 27, durante la tarde, quedo constituida la Unión de Carpinteros, sumando otro sector a este esfuerzo de constituir un movimiento obrero independiente y clasista. La reunión fue celebrada en el local de la Unión Obrera Salvadoreña, ubicado “frente a la sociedad La Concordia y el cuartel quemado.” Esta Unión Obrera Salvadoreña estaba dirigida por don José Mejía, y permitía el trabajo del Centro Germinal.

16. 1920. La captura de Barrientos y de Martí. Miguel Ángel Vásquez y Moisés Castro y Morales.

En enero de 1920 se desarrollo en el parque Bolívar (hoy Plaza Cívica) un mitin de solidaridad con el pueblo guatemalteco con la presencia de estudiantes universitarios de ese país, que criticaron fuertemente las atrocidades cometidas por el dictador Manuel Estrada Cabrera. Los estudiantes salvadoreños denunciaron por su parte, los atropellos realizados por la dinastía Melendez-Quiñonez. Al finalizar la actividad fueron capturados un grupo de estudiantes, que fueron luego puestos luego en libertad a excepción de José Luís Barrientos a quien Jorge Meléndez deseaba castigar.

Ante esto Agustín Farabundo Martí manifestó que no era justo que solo a Barrientos se castigara. Esta actitud sorprendió y encolerizó al presidente Meléndez por lo que ordenó que se les expulsara a ambos. Son primero encarcelados en Zacatecoluca y luego enviados en abril a la ciudad de Guatemala. Martí regresaría a la patria de este primer exilio de cinco años, hasta agosto de 1925. Fue en Guatemala que paso de simpatizante del marxismo a militante comunista. Barrientos ya no regresó a El Salvador sino se fue a Honduras en 1924.

También en 1920 fue expulsado del país hacia Guatemala por sus actividades revolucionarias el joven Luís Felipe Recinos. Luego viaja a México y participa del movimiento sindical de ese país, luego viaja a Estados Unidos. En 1928 regresa al país y se incorpora a la FRTS, de la cual es luego expulsado. Forma el Partido del Proletariado junto con el Profesor Miguel Ángel Martínez y acuerpa la campaña del Ing. Arturo Araujo y luego desempeña en su gobierno el increíble puesto de “censor de prensa” y termina acompañándolo al exilio, luego que es derrocado.

En 1920 los estudiantes salvadoreños Miguel Ángel Vásquez y Moisés Castro y Morales se encuentra estudiando derecho en la Universidad San Carlos de Guatemala. Nos informa Melgar Bao que Vásquez siendo adolescente conoció la capital de El Salvador y de Guatemala, donde realizó sus estudios de bachillerato y tuvo sus primeras experiencias en el terreno político estudiantil. Formó parte de un colectivo juvenil que editaba la revista Verbo Estudiantil, al lado de algunos poetas como Juan Coto y Miguel Ángel Espino. Hicieron campaña a favor del liberal Tomás García Palomo, candidato opositor al promovido por el clan de los Meléndez.

 

Vásquez, de 19 años, resintió el acoso gubernamental, padeció presión policial para que cesasen los ataques que lanzaban desde Verbo Estudiantil y, tras recibir una orden de arraigo en la capital y ante el inminente riesgo de su detención, optó por salir clandestinamente del país embarcándose con destino a las costas de Guatemala. Participó en 1921 en la construcción de la Asociación de Estudiantes Universitarios, AEU. Comparte las aulas de la Facultad de Derecho con su compatriota Farabundo Martí, con quien intercambia literatura marxista.

 

En 1927 Castro y Morales es deportado junto con el intelectual guatemalteco Jorge del Valle hacia Argentina, donde establecen contacto con la Liga Antiimperialista. (18)

 

16. 1921. Huelga magisterial. 28 de febrero. La masacre de una marcha de mujeres que protestaban contra el cambio de moneda. Huelga de zapateros

En 1921 los maestros salvadoreños se fueron a la huelga para exigir que se les pagara los sueldos atrasados y mejores condiciones de trabajo. A la cabeza de este movimiento se encontraban los profesores Francisco Moran y Rubén H. Dimas, excelentes oradores. El año anterior se había realizado una exitosa huelga de sastres.

El 28 de febrero una combativa manifestación de mujeres de los mercados capitalinos y de Santa Tecla, acompañada de otros sectores populares, y conducida por Concepción Cornejo de Figeac, se hizo presente ante la Asamblea Legislativa para protestar contra la adopción por parte de El Salvador del patrón oro, y el abusivo aviso por parte del Ministerio de Hacienda que todas las piezas de plata ya no tenían valor alguno como monedas. El decreto que cambiaba la moneda al sistema decimal desechando los reales, medios y cuartillos de plata.

La demostración fue reprimida por la policía, ante lo cual las mujeres, en especial las carniceras respondieron atacando y dándolo fuego a un pequeño cuartel de la policía ubicado en el barrio El Calvario, en el que “ejecutaron a varios de los esbirros que habían tomado parte en la masacre.” (19) Luego la policía realizo múltiples capturas. Posteriormente el gobierno se retracto y decreto que mientras las nuevas monedas fraccionarias conforme a la división decimal no fueran puestas en circulación, las antiguas de plata tendrían valor legal. (20)

Los zapateros se declararon en huelga en febrero exigiendo mejores salarios y el cese de los despidos y los malos tratos. Se logró una solución negociada favorable a los obreros, pero el 28, como represalia por la acción de las vendedoras de los mercados, todos los dirigentes de la huelga fueron detenidos y encarcelados. Esto fue aprovechado por los dueños de los talleres para ignorar los logros alcanzados. El líder principal de la huelga, Gumercindo Ramírez, fue encarcelado, junto con el líder opositor Salvador Ricardo Merlos.

17. 1922. La campaña electoral entre Miguel Tomas Molina y Quiñonez. . 25 de diciembre. Represión contra marcha de mujeres molinistas.

De nuevo el enfrentamiento electoral entre partidos políticos permitió la incorporación de sectores estudiantiles y obrero artesanales a la lucha por la democratización del país. En este caso, los sectores progresistas se aglutinaron alrededor de la candidatura del Dr. Miguel Tomas Molina, reconocido opositor.

Los sectores de la dinastía Meléndez-Quiñonez, preocupados por la creciente popularidad de su adversario recurrieron a la represión en contra de una movilización de mujeres molinistas, que aglutinadas en el Partido Constitucionalista, desfilaban vestidas de azul por el centro capitalino, asesinando e hiriendo a muchas participantes, con tiros de fusil y de ametralladora.

18. 1923. Celebración del primer 1 de mayo en Santa Ana.

La corresponde a los sindicatos aglutinados en la COES de esta ciudad occidental el honor de celebrar por primera vez en la historia de El Salvador el Día Internacional de los trabajadores. En este año el presidente Quiñonez, en un esfuerzo demagógico, autorizó los primeros sindicatos del país.

19. 1924. Marcha del 1 de mayo en San Salvador. Primer Congreso Regional Constituyente de los Trabajadores de El Salvador. Creación de la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños, FRTS, conocida como La Regional.

El 1 de mayo de 1924 la COES convoca a los trabajadores capitalinos a marchar para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores y exigir un pliego de demandas reivindicativas.

En el Cine Mundial tuvo lugar el 17 de noviembre –y no de septiembre como es ampliamente conocido y mencionado equivocadamente por diversos autores- la constitución de la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños. La FRTS surge de la unificación de la COES con la UOS. El discurso oficial fue pronunciado por Alejandro González Aragón, delegado por la Liga de Carpinteros de Santa Tecla. (La Prensa, pág. 5, 17 de noviembre de 1924) La Regional publico un semanario de nombre El Martillo.

La Regional surge vinculada a la Confederación Obrera Centroamericana, COCA, formada meses atrás. Aparecen en 1925 como delegados salvadoreños al Consejo Supremo de la COCA, P.J. Paiz y Julio D. Contreras. El lema de la COCA era “Salud y Revolución Social.”

En 1927 aparecen como delegado salvadoreño Julio Cesar Castro, con el cargo de secretario general y de relaciones exteriores. Ese año la FRTS se negó a participar en las celebraciones del 15 de septiembre en repudio a la intervención militar norteamericana en Nicaragua. Ese mismo año respaldo la huelga de tipógrafos convocada por la Alianza Tipográfica, surgida en 1925. Asimismo asiste a encuentros internacionales, como el realizado en Washington, de la Federación Americana del Trabajo, AFL, al que asistió el zapatero alistador David Ruiz.

En mayo de 1928 la FRTS presentó ante la Asamblea Legislativa la propuesta de establecer la jornada de ocho horas de trabajo y un día de descanso obligatorio semanal, propuesta surgida en el marco del IV Congreso, y que fue aprobada el 13 de junio de este año, en el que se aprobó como pliego reivindicativo también la lucha por la suspensión del estado de sitio, exigir la prohibición de ejercicios militares en el Instituto Nacional de Varones, y solidaridad con la lucha heroica del General Sandino en las Segovias nicaragüenses. En este IV Congreso se expulso por “reformistas” a Gumercindo Ramírez, Raúl B. Monterrosa, y el orador Joya Peña, entre otros.

Esta solidaridad se manifestó en el envío en junio de un destacamento integrado por Agustín Farabundo Martí, José Adán González, Luís Mariona y Guillermo Ajuria. Asimismo había enviado antes a dos delegados, Gumersindo Ramírez (zapatero) y Raúl B. Monterrosa (carpintero) a un congreso de la Confederación Obrera Mexicana, CROM.

Del 8 al 14 de agosto de 1929 celebró su V Congreso con 70 delegados, al que llamo Congreso Regional Obrero y Campesino y en el cual los comunistas – que todavía no se habían constituido como Partido- conquistaron la dirección de la FRTS luego de una turbulenta jornada marcada por los enfrentamientos ideológicos. Firmaron la convocatoria al V Congreso de la FRTS los secretarios Luís Díaz, que luego fuera primer secretario general del Partido Comunista, Víctor Manuel Gavidia, Abel Torres, Juan Campo Balmes, Humberto Bonilla y José Transito Amaya. En el V Congreso se aprobó patrocinar la creación de una sección nacional del Socorro Rojo Internacional. (21) En este V Congreso se agudizó la lucha contra los anarco-sindicalistas Tejada y Soriano.

En la convocatoria al congreso aparece como punto principal del programa el informe de los delegados al Congreso Constituyente de la Confederación Sindical Latinoamericana, celebrado en Montevideo, Uruguay, el 15 de mayo y al cual asistieron como delegados salvadoreños Serafín G. Martínez (mecánico y asesinado en el 32), José León Flores (zapatero y luego empresario) y Luís Díaz (carpintero y sobrevivió al 32). Estos se embarcaron en el puerto de La Libertad en abril en el vapor “Colombia” que los llevó a ese país sudamericano.

Martínez, Flores y Díaz participarían luego de concluido el encuentro sindical en la Primera Conferencia de Partidos Comunistas de América Latina en calidad de representantes del grupo comunista salvadoreño, la que se realizo con representaciones de 15 países, en Buenos Aires, Argentina, a partir del 12 de junio.

Este año de 1929 surge la Liga de Inquilinos, influenciada por elementos anarco-sindicalistas.

En 1930 la FRTS condujo una huelga de 900 trabajadores, contra la empresa constructora del balneario La Chacra y los Tanques de Holanda. Se logró un aumento salarial y Carlos Castillo, su secretario general, destacó como líder sindical.

20. 1925. Valentín Estrada y las estatuas de Atlacatl y Atonal.

Valentín Estrada rompió con la tradición de pintar figuras religiosas y asumió el compromiso de rescatar o construir una identidad nacional por medio de cultura. El concebía este esfuerzo de la siguiente manera: “un pueblo que no tiene sus héroes, su mitología, sus personajes, sus propios valores, deja de ser pueblo.” (22)

21. 1925. Se funda en Guatemala el Partido Comunista Centroamericano.

Dos revolucionarios salvadoreños, Moisés Castro y Morales y Agustín Farabundo Martí forman parte de su dirección. Miguel Ángel Vásquez había sido exilado hacia Honduras por lo que no participo en la reunión de fundación.

22. 1926. Se funda la Liga Antiimperialista.

El 23 de noviembre se funda la Liga Antiimperialista en respuesta la intervención militar norteamericana en Nicaragua. Miguel Pinto padre, director del Diario Latino, asume como Presidente, Dr. Rosendo Arguello, como Vicepresidente, y los doctores Salvador Ricardo Merlos y José de Jesús Zamora, como vocales. Se plantea como objetivo oponerse “a los actos atentatorios contra la autonomía de los pueblos hispanoamericanos.”

En su manifiesto de fundación se expresa que “Nuestros antepasados lucharon heroicamente por un ideal de forjar nacionalidades con personería propia que pudieran gozar de la vida soberana que por derecho naturales les corresponde…Ninguna nación en el mundo nos ha causado tanto daño material y moral como los Estados Unidos del Norte. Ella no se ha preocupado más quede enriquecerse con nuestro oro y engrandecerse con nuestras tierras.”. (23)

Ya para el 14 de enero de 1927 convocó a una manifestación popular en solidaridad con el pueblo nicaragüense, en la que participaron dirigentes de La Regional.

23. 1927. Teresa Villafuerte Dupont, primera guerrillera salvadoreña

Cuando el General Cesar Augusto Sandino llegó a Las Segovias en 1927 conoció a la salvadoreña Teresa Villafuerte y se enamoraron, fueron compañeros de vida y de lucha durante toda esta gesta heroica antiimperialista. Teresa se incorporo junto con sus hermanas Amalia y Alicia. Participó en múltiples combates, siendo herida por una esquirla de bomba lanzada por un aeroplano. (24) Además de guerrillera fue parte del equipo político-diplomático del general Sandino.

24. 1927. Se crea la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños, AGEUS. El Dinero Maldito de Alberto Masferrer

Durante la presidencia de Pío Romero Bosque, surge la AGEUS y juega un papel destacado durante las luchas contra las dictaduras militares en todo este siglo, acompañando la marcha por la democracia del pueblo salvadoreño (25)

En esa misma época, la obra El Dinero Maldito de Alberto Masferrer se convirtió rápidamente en uno de los libros más leídos e influyentes ya que reflejaba la situación de opresión en que vivían miles de salvadoreños, esclavizados por el alcohol. Posteriormente escribió el Mínimum Vital como llamado a los sectores dominantes a cultivar la caridad. Masferrer fue el principal exponente del pensamiento reformista y de conciliación de clases de este periodo. Menjivar lo considera como”intelectual orgánico del proyecto burgués.”

25. 1929. Carta del presidente Pio Romero Bosque al General Sandino

En marzo de 1929 el general Augusto Cesar Sandino lanzó una audaz ofensiva diplomática orientada a aislar al imperialismo estadounidense y a fortalecer una propuesta latinoamericana en defensa de la soberanía. La propuesta consistió en celebrar una Conferencia en Buenos Aires, Argentina con la participación de los gobiernos latinoamericanos y el de Estados Unidos. Ningún gobierno se atrevió a responderle, a excepción del salvadoreño. Reproducimos esta histórica carta del presidente Pio Romero Bosque:

“30 de julio de 1929

Me he enterado de su atenta carta fechada en Las Segovias, El Chipotón, Nicaragua, a 20 de marzo ultimo, en la que en nombre del ejercito defensor de la soberanía nacional de Nicaragua, y en el suyo propio, se sirve comunicar que dicho ejército propondrá a los gobiernos de a América latina continental y antillana y al de Estados Unidos de Norteamérica, la celebración de una conferencia en la ciudad capital de la republica Argentina, con la concurrencias de representantes del ejecito autonomista, e invítame para que nombre representantes de El Salvador a la conferencia referida.

Por haber llegado recientemente a mis manos su apreciable carta, hasta hoy me permito referirme a ella, manifestándole que he tomado nota de que el objeto dela conferencia es el de exponer un proyecto original de ejercito autonomista, tendiente a afianzar la soberanía e independencia de las veintiuna republicas indohispanas y la amistad de nuestra América racial con los Estados Unidos de Norteamérica sobre bases de equidad.

Su proyecto lo juzgo de muy largos alcances para le bienestar de la América latina y de los estados Unidos de América y, por lo tanto, pienso que todos, ciudadanos y gobiernos de estos países, debemos estar lo mejor dispuestos para su posible realización.

Compláceme rendirle sinceros agradecimientos por la invitación de que me ha hecho merito, y aprovecho la oportunidad para suscribirme de usted, con todo aprecio, muy atento, seguro servidor,

P. Romero Bosque.” (26)

26. Los primeros internacionalistas. Los peruanos Jacobo Hurwitz y Esteban Pavletich y los venezolanos Ricardo Martínez…

A finales de la década del veinte estuvieron en nuestro país y se integraron a las luchas populares y a la creación del Partido Comunista varios luchadores internacionalistas que con su experiencia y bagaje teórico ayudaron a dar los primeros pasos a los marxistas salvadoreños. Hacemos un resumen de estos internacionalistas.

Jacobo Hurwitz Zender

Nació en Lima el 24 de enero de 1901 y falleció el 3 Marzo de 1973. En 1918 ingresa a la facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, siguiendo sus iniciales inquietudes literarias y fundamentalmente su gusto por la poesía. En 1919 renuncio a su candidatura para la Federación de Estudiantes y la cedió a el estudiante Víctor Raúl Haya de la Torre. En 1920 participa en la fundación de la Universidad Popular González Prada, en la que conoce al dirigente comunista José Carlos Mariátegui, de quien se convierte en un seguidor.

Participa en las combativas luchas populares de 1923 y en 1924 es exilado por el gobierno de Augusto Leguía, a tan solo una semana antes de poder graduarse como profesor de literatura de la Universidad de San Marcos. Fue deportado junto con un selecto núcleo de estudiantes entre los que se encontraban Haya de la Torre, Oscar Herrera, Manuel Seoane, Luis f. Bustamente, Nicolás Esteban Pavletich, Nicolás Terreros y Luis Heysen. Antes de salir al exilio ve publicada su única obra de la fuente del silencio.

Luego de una breve estancia en Panamá, arriba a Cuba y por medio de un conocido sale en busca de Julio Antonio Mella, y se hospeda en su casa y nace una estrecha amistad. Jacobo se vincula al Partido Comunista Cubano y este le consigue un trabajo como administrador de una hacienda azucarera, propiedad de un norteamericano. Hacia finales de 1925 es uno de los miembros mas destacados del Comité por Libertad de Julio Antonio Mella, recluido en prisión.

Hay una comunidad de exilados peruanos y venezolanos instalados en La Habana. A finales de marzo de 1927 firma el manifiesto Nuestra Protesta en contra del dictador Gerardo Machado. En abril de 1927 es expulsado hacia México. Se encuentra con Nicolás Terreros y Esteban Pavletich en la capital mexicana, y crean una célula aprista, pero pronto rompen con el APRA y se adhieren al movimiento comunista. En parte por su apoyo a las resoluciones del Congreso Antiimperialista realizado en febrero en Bruselas, Bélgica.

Ese mismo año es designado como secretario del Comité Manos Fuera de Nicaragua, MAFUENIC, organizado en México por la dirección de la Liga Antiimperialista de las Américas, con apoyo directo del Comintern. Su principal tarea fue la de dedicarle esfuerzos para asegurar los suministros médicos y pertrechos militares para Sandino. En 1928 cumplió distintas misiones encargadas por el Comintern, que incluyeron participar en el Movimiento de Inquilinos panameño.

Luego asume la responsabilidad como miembro del Comité de Organización del Socorro Rojo Internacional en México, y posteriormente como secretario del Buro del Caribe por lo que tuvo que trasladarse a Nueva York. Bajo el pseudónimo de Agustín Gutiérrez Elizalde, (en la primavera de 1928 AFM se encuentra también en esa ciudad y seguramente coincidieron N. de RP) En esa época se casa con la maestra y fotógrafa polaca Marsha (María) Oynick., que con sus padres, bundistas revolucionarios habían llegado a México en 1926. También contribuía con el periódico El Libertador. En julio de 1929 representa a la Liga Antiimperialista y al MAFUENIC en el Congreso Antiimperialista de Frankfurt.

En enero de 1930 y por encargo del PCM cumplió diversos encargos en El Salvador, participando en los preparativos para el congreso constituyente del PCS y en los de la insurrección campesina que estallaría dos años después. En julio de 1932 es detenido y recluido en la prisión de Las Islas Marías, junto a otros destacados dirigentes e intelectuales como José Revueltas, A finales de los años treinta recorre toda Centroamérica en su viaje de regreso al Perú. En 1941 esta en Perú, y el siguiente año es deportado de nuevo hacia México, donde nacen sus dos hijos. Puede regresar a Perú de nuevo hasta 1957. En 1961 es de nuevo encarcelado, al salir forma el Movimiento Peruano por la Paz, vinculado al Consejo Mundial de la Paz. En 1969 visita por vez primera la URSS y la Republica Popular China. Muere en un accidente automovilístico en 1973. (27)

Su hija, Anita Schwartsman, indica que “es cierto que el único libro suyo publicado es el que figura en la página, pero a cambio de ello colaboró con poemas y artículos en innumerables revistas, tanto en el Perú como en México, donde vivió mas de 35 años a raíz de ser deportado por el gobierno de Leguía por el grave pecado de ser parte de las Universidades Populares González Prada. Cuando lo deportaron le faltaba una semana para graduarse como profesor en la Universidad Mayor de San Marcos. Regresó al Perú en el año 1957, donde residió hasta su muerte. Nunca dejó de escribir. Tengo en mi poder cientos de poemas suyos y espero algún día poderlos publicar.”

El retorno de José Carlos Mariátegui

Un día volverás José Carlos Mariátegui

Un día se levantaran las frentes

Y más alto que las frentes

Flamearan los puños

Y más alto que los puños

En un viento de canciones

Tu nombre desplegara sus alas.

Esteban Pavletich

El siguiente es un documento cargado de historia -en el sentido de recuerdo y proyección-. Consiste en una entrevista a Esteban Pavletich, el peruano que a los 22 años de edad se alistó en las filas del patriota nicaragüense y se convirtió en su secretario. La entrevista grabada de César Lévano apareció inicialmente en la revista “Caretas”, el 7 de febrero de 1974. El relato de Pavletich abarca un panorama de la lucha política y cultural de nuestra América en los años 20 y 30 del siglo XX, en días en que Estados Unidos imponía condiciones, dictaduras y asesinatos en el continente.

César Lévano: ¿Cómo fue usted a dar hasta las guerrillas de Sandino en Nicaragua? ESTEBAN PAVLETICH: Yo había salido deportado, Leguía dio la famosa Ley de Vagancia que tendía a declarar vagos y enviar a la selva a dirigentes sindicales y opositores.

La Federación Obrera Local y la Federación de Estudiantes del Perú preparábamos un paro general contra la ley, cuando, a la salida de una sesión, fuimos detenidos Luis Bustamante, presidente de la FEP, y yo, que era secretario del exterior. Era en 1925. En junio salimos al destierro. Nos enviaron a Panamá, donde participamos en uno de los movimientos sociales más recios que haya habido en América. El paro inquilinario. El movimiento fue tan grande, que el presidente Eduardo Chiari tuvo que abandonar el Palacio y refugiarse en el hotel Tívoli, en la zona estadounidense. Las tropas yanquis acamparon en los parques. Hasta la Guardia Nacional de Panamá se incorporó a la lucha popular. En esos días, a Bustamante lo deportaron a Cuba, y a mí, a Guatemala. Allí me dediqué a una campaña contra la United Fruit, y en 1926 me deportaron a México. En México, debido a un mitin que realizamos ante la embajada de Estados Unidos, utilizando los balcones de la embajada como tribunas, se inició una persecución contra los organizadores, entre los que estaba Julio Antonio Mella, el fundador del Partido Comunista cubano, que fue asesinado a los 26 años de edad.

Pudo salir huyendo a Cuba, cuando seguramente Fidel Castro estaba gateando. Me vinculé a otros elementos de la Revolución Cubana como Juan Marinello, el actual canciller Raúl Roa y un grupo que trabajaba en la Universidad Popular “José Martí”.

CL: ¿Conoció entonces a Rubén Martí Villena, el hombre que como Carlos Oquendo de Amat, dejó la poesía por la lucha política? ESTEBAN PAVLETICH: Yo fui secretario de redacción de la revista “América Libre”, cuya dirección se había entregado a Rubén. Con Mella forman la pareja más recordada por la revolución. A Rubén lo minó la tuberculosis. Bueno, sucedió por esa época que yo seguía manteniendo correspondencia con los trabajadores peruanos y le dirigí unas cartas al dirigente gráfico Manuel Zerpa. En una de ellas le hablaba de la necesidad de penetrar en las filas del ejército. Las cartas cayeron en poder de la policía. Las autoridades hicieron un gran despliegue de publicidad, reprodujeron las cartas fotostáticamente en la revista “mundial” y otros periódicos oficialistas. Se aprovecharon de eso para una represión que llevó a José Carlos Mariátegui a la prisión, y causó la clausura de “Amauta”.

CL: El famoso “complot comunista” de1927… ESTEBAN PAVLETICH: Leguía se quejó ante el tirano Gerardo Machado, de Cuba, de que desde el territorio de un país amigo un grupo de asilados peruanos conspiraban contra el gobierno del Perú. Machado aprovechó de este pretexto para hacer también su redada. Por supuesto, Bustamante y yo fuimos de los primeros en caer; pero también cayeron decenas de cubanos, entre los cuales estaba Alejo Carpentier, que todavía no era novelista. Después de tres meses de prisión, me echaron de Cuba a México. El 16 de enero de 1928 se inauguró la Sexta Conferencia Panamericana, en La Habana. Ya entonces Sandino se había levantado en armas en Nicaragua y había acentuado los ataques a las fuerzas de ocupación norteamericanas. Fue en esa conferencia que Víctor Maúrtua, cuya figura es aquí hasta venerada, presentó como delegado del Perú una moción monstruosa a favor de intervención de Estados Unidos , ya no solamente en el “Mare Nostrum” de los yanquis, es decir, el Caribe, sino en cualquier país latinoamericano. El Secretario de Estado norteamericano, Charles Evans Hughes, declaró que esa era “la Biblia de la política latinoamericana”. Después de esa actuación de nuestros delegados Maúrtua, Salomón Osorio y Jesús Salazar, me pareció que debía producirse una reacción de los peruanos exiliados. Creí que era más contundente hacerlo incorporándose a las fuerzas de Sandino. Así fue como viajé hacia Nicaragua, con pasaporte falso, porque no hubiera podido pasar de otra manera por Guatemala, ya que había sido echado de ese país. Me puse en contacto con el poeta Froilán Turcios, que era el contacto del sandinismo en Honduras y editaba la revista “Riel” en que se publicaban todos los mensajes, los partes de guerra de Sandino, etc. Pude entrar por Nicaragua con guías que formaban parte del Ejército Libertador. La travesía la hacíamos a pie a través de las montañas de Honduras y gran parte de Nicaragua. Esto sucedió en los días de la Semana Santa de 1928. Demoramos muchos días en poder llegar hasta LA PRIMERA columna sandinista, comandada por el coronel Gregorio Colina. Él se encargó de llevarme a la presencia del general Sandino.

C.L: ¿Cómo era Sandino? En las fotos parece mostrar rasgos de mulato. ESTEBAN PAVLETICH: No. Era más bien mestizo, tirando a blanco. Era hijo natural de un hacendado, don Gregorio Sandino, del villorrio de Niquinohomo, en gran parte dedicado al sembrío de café.

Hay una cosa curiosa: los libros, los artículos hablan de Augusto César Sandino al referirse al héroe, porque él firmaba Augusto C. Sandino. Pero el hecho es éste: Sandino era hijo de don Gregorio y una empleada muy subalterna, una señora Calderón. En Nicaragua se acostumbra que los “hijos naturales” lleven el apellido de la madre. Durante muchos años, Augusto se firmaba Augusto Calderón. Cuando el padre lo reconoció como hijo, y lo recogió, entonces la “C” quedó como inicial de un segundo nombre. Esto está basado en documento incontrovertible, inclusive en la versión personal que el propio Sandino daba entre sus amigos. Era muy poco autobiográfico, pero entre lo poco que revelaba de su biografía figuraba este hecho.

C.L: Usted va hacia él, ¿en qué lugar lo encuentra? ¿En el monte?
ESTEBAN PAVLETICH: Me encontré con él el 14 de mayo de 1928. Me acuerdo mucho de la fecha porque el 13 había yo cumplido 22 años. Ocurrió después de un combate que había librado el jefe de su estado mayor, el general guatemalteco Isidro Ruano, general de las fuerzas regulares de Guatemala, uno de los elementos más distinguidos, más preparados de los que sirvieron a las órdenes de Sandino y que luego fue capturado y fusilado envuelto en cadenas, por los estadounidenses. Ruano había librado un combate en Bocay. La región en que estaba Sandino era la confluencia entre los ríos Bocay y Coco, cerca de la frontera de Honduras. Alcancé a ver ese día y el siguiente cosas que podrán parecer monstruosas para quienes no han estado en una guerra o en una guerrilla. Los cadáveres de los infantes de marina que cayeron en ese combate estaban colgados de los árboles, como si fueran grandes frutos que ofrecía la selva. Por supuesto estaban desprovistos de vestidos, de botas y otras prendas, porque todo eso era de gran valor para los soldados de Sandino, que era un ejército de desharrapados, en su mayor parte campesinos y mineros. En el momento en que íbamos a encontrar una columna del coronel Colínderes con el estado mayor de Sandino, oímos un toque de diana. Así llegué donde Sandino, quien estaba rodeado de su estado mayor, todos sentados en el suelo. Fui presentado a él. Físicamente, Sandino no daba impresión del carácter, la tenacidad, el valor de que estaba poseído.

No alcanzaba tal vez al metro sesenta de estatura. Calzaba unas botas de minero, llevaba pantalón de montar, camisola kaki. De su cintura colgaba una pistola 44, cuya funda estaba amarrada a una pierna con una pequeña cuerda para que no le molestara la marcha. Se peinaba con raya al medio. Tenía unos ojillos vivaces, muy móviles, castaño oscuro hasta parecer negros; nariz prominente y ancha en las bases; boca de labios muy finos, que podrían denotar crueldad para quienes se dejan llevar por teorías sobre rasgos fisonómicos; pero Sandino no era un hombre cruel, era un hombre justo.

Desde ese momento me incorporé a la secretaría de Sandino, que estaba ocupada por quien era tal vez LA PRIMERA figura al lado de Sandino. Me refiero a Agustín Farabundo Martí, el revolucionario salvadoreño. Él había terminado sus estudios de derecho. Era comunista, no militante del Partido Comunista, porque todavía no lo había formado en El Salvador y Nicaragua; era comunista por Educación. No había más elemento para poder formar un núcleo dirigente que sirviera de asesoramiento al general Sandino. Aun varios de sus generales eran completamente analfabetos. Se caracterizaban por su valor, pero no por su sentido político. En política, Sandino era hombre de pocos libros. Tenía experiencia sindical en Tampico, la zona petrolera de México. Además, había sido mecánico en Honduras. Se había producido un movimiento contra el presidente nicaragüense Adolfo Díaz, movimiento apoyado por México en función de su lucha por el artículo 17 de su Constitución, que proclamaba el derecho del Estado sobre el subsuelo.

Las compañías estadounidenses e inglesas habían iniciado una campaña terrible contra México. El presidente mexicano Plutarco Elías Calles había decidido apoyar al vicepresidente nicaragüense Juan Batista Sacasa, legítimo sucesor de la presidencia. Adolfo Díaz había sido colocado por los yanquis. En Puerto Cabezas se había formado un gobierno presidido por Sacasa y militarmente dirigido por el general José María Moncada. Como este movimiento encabezado por el Partido Liberal iba adquiriendo gran vigor, y las tropas conservadoras al servicio de Díaz sufrían constantes derrotas, los estadounidenses empezaron a crear lo que se llamó las zonas neutrales. Cuando los conservadores estaban en proximidad a un combate con los liberales, la zona era declarada neutral. Se procedía a desarmar a los liberales. El primer desarme se produjo en Puerto Cabezas, en el Atlántico. (El argentino Gregorio Selser escribe: “el 24 de diciembre de 1926, el almirante Julián Latimer, al mando de las fuerzas concentradas en puertos de Nicaragua, intima a Sacasa y Moncada a desalojar Puerto Cabezas.

Los cañones de los cruceros ‘Denver’ y ‘Cleveland’ se divisan desde tierra”. Nota de C.L.). El armamento quitado a los liberales fue arrojado al mar. Sandino, que había descendido por el río Coco desde las Segovias, casi de un extremo a otro del país, de oriente a occidente, con la ayuda de algunas prostitutas recoge fusiles y cartuchos arrojados al mar. (Selser precisa: “en esas 48 horas de ocupación inicial, muchachas nicaragüenses, pobres prostitutas del puerto, otorgan sus favores a los “marines” y en lugar de dólares les piden fusiles y municiones”). Sandino, de regreso, va donde Moncada, para incorporarse a la lucha -porque él era liberal, como toda su familia. En Nicaragua se era liberal o conservador. Moncada, desde antes de esa acción, en primera vista, sintió gran aversión por Sandino. Se negó a darle armamento, para que abriera un nuevo frente de lucha en las Segovias, que era la zona que él conocía perfectamente.

Sandino, al regresar de México para incorporarse a este movimiento, se había empleado en la mina San Albino, de una compañía yanqui, para catequizar a un grupo de mineros que fue con el que inició el viaje hasta Puerto Cabezas para la recolección de fusiles. El armamento fue llevado a las Segovias, que es una zona que abarca cinco departamentos. Haciendo un paréntesis, diré que Nicaragua tiene 149 mil kilómetros cuadrados, de los cuales nueve mil son lagos. Sandino se movilizó durante toda su campaña en no más de treinta mil kilómetros cuadrados. Allí se mantuvo casi seis años, sin sufrir mayores derrotas. Hay que tener presente esto: Nicaragua es un país que debe tener ochenta lenguas de ancho, y los yanquis tenían barcos de guerra en el Atlántico y en el Pacífico. Tenían cerca de quince mil hombres en tierra y habían copado el aire.

C.L. Cuando él empieza sus guerrillas, Mao no ha entrado todavía a la acción militar. Sólo en agosto de 1927 encabeza la “insurrección de otoño”.
ESTEBAN PAVLETICH: Mao más bien aprovechó la experiencia de Sandino. Igual ocurrió en Cuba, en Argelia. Cuando todavía el Kuomintang era un partido con cierto acento revolucionario, porque formaban parte de él las tropas comunistas, el día que las fuerzas de Chiang Kai-shek entraron en Shangai, llevaban grandes pancartas con el retrato de Sandino. En todo el mundo se conocía ya a este hombrecillo, a este mecánico anónimo, que se había improvisado guerrero para impedir que todo el territorio de Nicaragua fuera ocupado por Estados Unidos, y que tenía que luchar contra los yanquis y contra conservadores y liberales.

CL.: ¿Oyó alguna vez hablar a Sandino sobre sus reglas de guerra?
ESTEBAN PAVLETICH: Realmente no las exponía ni las había concretado en una cartilla o manual. Las había ido extrayendo de la práctica. Por ejemplo, sus tres primeros combates con los infantes de Marina le fueron totalmente desfavorables. Especialmente el primero, que fue en la plaza del Ocotal, donde los yanquis y los conservadores estaban acuartelados en lo que era casi un fuerte. La población civil sufrió una verdadera catástrofe desde los aviones. El pueblo había seguido a los guerrilleros al penetrar en la plaza. Tuvo que batirse en retirada. Tuvo otros dos intentos de batir al enemigo allí donde estaba fortificado. Ya no volvió a hacerlo más. Entonces, empezó a aplicar el sistema de la guerrilla móvil, el de las emboscadas. Hay que considerar que las fuerzas de Sandino tenían pocas armas, no recibían paga y en la época de siembra se reducían. Había un 70 por ciento de campesinos, incluso algunos hondureños. El resto eran mayormente obreros, algunos artesanos y aun elementos del lumpen, que eran ganados para la militancia por la causa de Nicaragua. El servicio de espionaje funcionaba maravillosamente. Toda la población servía por propia iniciativa.

C.L.: ¿Qué papel desempeñaron las mujeres?
ESTEBAN PAVLETICH: El sistema que existía era el de las “soldaderas”, equivalente de las “rabonas” nuestras. Ellas vivían en los campamentos junto con los hombres. Cuando se iba a producir una emboscada, los hombres se desprendían. A veces una emboscada duraba muchas horas, porque la columna norteamericana se demoraba. Entonces ellas llevaban los alimentos hasta los propios lugares de la acción. Si estaban presentes en el momento de la emboscada, y caía el marido u otro combatiente, ellas tomaban el fusil. Sandino mismo tenía una compañera. Él se había casado en los primeros momentos de la ocupación norteamericana con la telegrafista de San Rafael del Norte, que fue la ciudad en la cual él lanzó su primer manifiesto contra la ocupación y contra la capitulación de Moncada. Bueno, pero tenía una mujer, digamos, de compaña, y que vale la pena hacer resaltar. Era Teresa Villatoro. El nombre se parece al de la Teresa Toro de Bolívar. Era salvadoreña, tenía un hijito. Era mujer de gran coraje, que lo acompañó durante toda la campaña. La esposa, la telegrafista, se había quedado en la ciudad, porque era una mujer de complexión delicada. La Villatoro era una gran compañera. Incluso podía intervenir en algunas decisiones. Fue herida en una ocasión por un “shrapnel”, una granada, lanzada desde un avión. De la frente se le desprendió un trozo de hueso. Sandino hizo engastar ese trozo de hueso en un anillo que tenía como amuleto.

C.L: ¿Por qué salió Sandino a México en 1929? ESTEBAN PAVLETICH: Me interesa que se sepa las razones por las que se convirtió en prisionero de Estado en México. En Honduras se produjo un cambio de gobierno, y subió al poder un doctor al servicio de la United Fruit Company, Vicente Mejía Colinas, quien firmó un acuerdo con Washington para impedir todo paso de ayuda hacia Nicaragua. Se había formado una Guardia Nacional organizada por el Partido Liberal. Además, a Sandino le recrudeció una dolencia de paludismo. Turcios, su representante en Honduras, se entregó al gobierno de su país y fue nombrado cónsul en París. Además, había sido un error nombrar representante suyo en México a José María Cepeda. Luego de los finteos revolucionarios de la pequeña burguesía mexicana, el presidente Coolidge había nombrado embajador en México a Mr. Dwight Morrow, quien logró conciliar los intereses de Estados Unidos y de los dirigentes de la revolución mexicana. Se produjo un avenimiento, una entrega de la pequeña burguesía al imperialismo. Simultáneamente se inició una represión contra la izquierda. Se había producido el Termidor de la Revolución Mexicana. El embajador Morrow, de la Casa Morgan, había sido perfectamente elegido para eso. Entonces se formó un triángulo encargado de liquidar la lucha de Sandino en la montaña. Lo formaban Portes Gil, presidente provisional de México, Mr. Morrow y José María Cepeda. Portes Gil relata en sus memorias que Cepeda se presentó un día en Palacio para decirle que Sandino abandonaría la lucha si los infantes de Marina se retiraban de Nicaragua. El intento fracasó. Entonces se aplicó otro plan, que dio frutos: el de que Sandino viajara a México. Se presentaron tres generales mexicanos y le brindaron honores de general de división. Lo acompañaron hasta el puerto de Veracruz; pero en vez de llevarlo a Ciudad de México, le dijeron que había que dejar que se enfriara el entusiasmo popular. En Veracruz, el pueblo le había hecho un recibimiento apoteósico. Lo mandaron a Mérida, como decir que en el Perú a un invitado oficial lo envíen a Iquitos. Allí comenzó la etapa más atormentada de Sandino. Estuvo casi un año virtualmente prisionero del régimen mexicano.

C.L.: ¿Usted ya estaba en México? ESTABAN PAVLETICH: Sandino salió en junio de 1929 de Nicaragua. Dos meses antes, sospechando de los planes de Cepeda y del gobierno mexicano, me envió a México para sondear el caso. Yo me di cuenta de todo el plan; pero ya no pude regresar a Guatemala. No disponía de fondos ni recursos. Bueno, cuando al fin llegó Sandino a Ciudad de México, se despertó un entusiasmo multitudinario. Yo recuerdo que en el teatro Lírico le organizaron un homenaje. Las seis u ocho cuadras que había desde su alojamiento hasta allí estaban repletas de gente. Medio México se había volcado para ver a Sandino. En el teatro, lo recuerdo con cierta vanidad, Sandino me encomendó tomar la palabra en su nombre. Pero poco después se produjo una represión contra la gente de izquierda que rodeaba a Sandino. Sandino, en gesto de protesta, huyó de Mérida. Viajó como mecánico, con documentos falsos, a Guatemala. Finalmente, regresó a pelear en las montañas de Nicaragua. Hay que precisar que Sandino no era comunista. Aunque tenía una gran inclinación a la izquierda, su propósito era mantener un frente único amplio.

C.L.: ¿Qué nos puede decir de la muerte de Sandino? ESTEBAN PAVLETICH: El uno de enero de 1933 se hizo cargo de la presidencia de Nicaragua el jefe liberal Federico Sacasa. Fue un presidente impuesto por Estados Unidos, al mismo tiempo que imponía como jefe de la Guardia Nacional a Anastasio Somoza. El 2 de enero había salido el último soldado norteamericano de Nicaragua. Sandino se quedó combatiendo contra la Guardia Nacional. Entonces vinieron los trajines para que suscribiera un pacto con Sacasa. Las aves de rapiña de la política nicaragüense lograron la firma. Sandino recibió unas tierras, en las que creó una cooperativa con los cien hombres que le quedaban de su ejército. Todo parecía en paz hasta que un día lo invitaron a Managua, la capital. En la noche, después de cenar en Palacio, fue ametrallado en el aeropuerto. Allí estaba montada una ametralladora. Da la coincidencia de que un mayor disfrazado de cabo que era el ejecutor de la maniobra ideada por Somoza, así como otro oficial, eran masones. Sandino se había incorporado a la masonería en Mérida Yucatán a la Logia Chinambalán.

Lo curioso es que en esa misma logia se hizo masón Haya de la Torre. Bueno, el mayor llamó al teatro en el que en ese momento estaba Somoza, escuchando un recital de la declamadora peruana Zoila Rosa Cárdenas. También Somoza era masón, y por eso el mayor quiso consultarle. Pero Somoza se hizo negar. Hay que precisar que horas antes había conferenciado con el embajador de Estados Unidos, Arthur Lane. El hecho es que la orden se cumplió. La ametralladora fue puesta en marcha, y liquidaron al general Sandino, a su hermano Sócrates y a sus generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor. Sus cadáveres desaparecieron para siempre.

Ricardo Martínez, Rolito

Tal día como hoy, el 8 de agosto de 1937, se reunió en Maracay (Aragua), en la casa de Víctor Paiva, la Conferencia Nacional que refundó el Partido Comunista de Venezuela (PCV).

Después de la represión desatada por la dictadura de Juan Vicente Gómez en 1931, a raíz de haber descubierto la policía la existencia de unas “células” comunistas, dirigidas por Aurelio Fortoul, la incipiente organización de los comunistas había quedado a la deriva, prácticamente disuelta, con la mayoría de sus integrantes presos en los tétricos calabozos de La Rotunda (plaza de la Concordia, Caracas).

A la muerte de Juan Vicente Gómez no existía un partido comunista en Venezuela sino revolucionarios que se consideraban comunistas sin tener una organización propiamente dicha.

En el exterior declaraban su condición de comunistas Gustavo Machado, Eduardo Machado, Ricardo Martínez y otros, quienes llegaron a militar en partidos comunistas de los países donde residían.

Gustavo Machado y Eduardo Machado, por ejemplo, participaron en la fundación del Partido Comunista en Cuba. Ricardo Martínez militó en el Partido Comunista de Estados Unidos y llegó a ser delegado ante la Internacional Sindical Roja, representante de la III Internacional Comunista en Argentina y miembro del Buró del Caribe de la III Internacional Comunista.

En 1936 se fundó un Comité Organizador del PCV, y entre sus miembros estuvieron Rómulo Betancourt y Jóvito Villalba. Betancourt fue un destacado dirigente del Partido Comunista de Costa Rica y redactor de su órgano de prensa.
(www.propagando.org)

Witold Lovski - “Juan”

La ya mencionada carta de Ricardo Martínez a Moscú en julio de 1935 menciona junto con “Jorge” - Ravines a un tal “Enrique” a cargo de la delegación. Ravines no lo menciona en sus memorias. El seudónimo pertenece a Witold Lovski (Mendel Mijrovsky era su nombre verdadero). Habiendo iniciado su militancia en la organización judía Poalei-Zion, adhiere en 1921 al PC polaco. Exiliado en la URSS desde 1925, se desempeña en el aparato de la Internacional. En 1929 es enviado como representante de Profintern a América Latina y en siete años, más comúnmente con el seudónimo de “Juan”, recorre todo el continente: desde México, Cuba y Centroamérica hasta 1933 al Cono Sur en 1934-1936. En Chile, al parecer, estuvo por períodos cortos, pues lo encontramos allá en julio de 1935, mientras a fines de septiembre de 1935 ya participa en la preparación de la insurrección en Brasil y en diciembre de 1935, esta vez no como “Enrique”, sino como “Juan” está de vuelta en Santiago. Regresa a Moscú a fines de 1936 para caer el año siguiente en las purgas del gran terror. (28)

27. 1930. Prudencia Ayala y la lucha feminista.

Prudencia Ayala nació el 28 de abril de 1885, en la población de Sonzacate, departamento de Sonsonate. Según las notas manuscritas de Prudencia, su padre fue “un indio mexicano” y su madre “una indígena que alcanzó el grado de Coronel en la lucha contra el régimen de los Ezeta”. Muy pequeña, Prudencia es trasladada por su madre a la ciudad de Santa Ana. Inicia sus estudios en el colegio de la profesora colombiana María Luisa de Cristofine, sin embargo no pudo concluir el segundo grado debido a la pobreza de su madre.

A partir de 1914, Prudencia Ayala, publica en diversos diarios de Guatemala y El Salvador, sus planteamientos feministas, su pensamiento unionista centroamericano y sus poemas. En 1919, es encarcelada por criticar al alcalde de Atiquizaya. Ese mismo año, asiste a una marcha en Guatemala, donde es hecha prisionera durante varias semanas, bajo la acusación de participar en la planificación de un golpe de Estado contra el dictador Estrada Cabrera.

Aunque había sido estigmatizada por algún periodista como “analfabeta”, en 1925 aparece su libro “Inmortal, amores de loca” y en 1928, “Payaso literario en combate”. En los diarios de la época fustiga a las dictaduras del Istmo, y apoya la lucha de Sandino. En 1927 condena la intervención militar de las tropas estadounidenses en Nicaragua y pide una indemnización por los daños causados a ese país.

En marzo de 1930, Prudencia Ayala anuncia que intentará lanzarse como candidata a la presidencia de la República. La plataforma de Prudencia promovía los derechos de la mujer, pero también incluía aspectos como el respaldo a los sindicatos, la honradez en la administración pública, la limitación de la distribución y consumo del aguardiente, el respeto por la libertad de culto y el reconocimiento de los llamados “hijos ilegítimos”.

Al exigir el derecho al voto femenino y la consiguiente legitimidad de una mujer a optar a la candidatura presidencial, Prudencia emprende una batalla llena de críticas, burlas, opiniones y alegatos políticos, ya que en esa época la constitución vigente prohibía a las mujeres ejercer sus derechos políticos como votar u ocupar cargos públicos.

Prudencia se sentía orgullosa de ser una humilde india salvadoreña. Su acción fue un triple reto al sistema social y político de la época: por mujer, indígena y madre soltera. Al anunciar su entrada en la contienda electoral, Prudencia declara a la prensa: “jamás he luchado por candidatos, menos por caudillos, no he militado en la política local, sino hasta hoy que lanzo mi candidatura para probar mi competencia ciudadana y sacar triunfante los derechos políticos que en justicia le pertenecen a la mujer”.

En junio de 1930 aparece como fundadora y redactora del periódico Redención Femenina, del cual se conocen tres ediciones, donde expone sus argumentos en pro de los derechos ciudadanos de la mujer. En sus páginas escribe: “Pensando seriamente en el estado inferior en que está colocado el sexo femenino, he lanzado mi candidatura para presidente de la República, para manifestar las actividades cívicas en las capacidades morales y mentales de la mujer; iguales al sexo masculino”.

En su periódico, Prudencia reivindica los derechos de la mujer sobre la base de una igualdad de propósitos fundamentados en la igualdad de los sexos… “el hombre y la mujer forman el cauce del mundo: los dos forman el hogar, los dos forman la sociedad, los dos deben formar el concepto ciudadano y constituir las leyes democráticas contra la esclavitud, los dos deben formar el Gobierno”.

Luego de un encendido debate público, la Corte Suprema de Justicia determina que las leyes de la nación no conceden ese derecho ciudadano a la mujer. Las elecciones las ganó el ingeniero Arturo Araujo, quien nueve meses después fue derrocado por su vicepresidente, el General Maximiliano Hernández Martínez.

A pesar de la resolución jurídica en su contra, la lucha solitaria de Prudencia Ayala representó un precedente histórico. No logró la hazaña de ser reconocida como candidata, pero demostró que una mujer era capaz de aspirar a desempeñar cargos públicos. Seis años más tarde, el 11 de julio de 1936, muere en San Salvador. No fue sino hasta mucho después cuando se establecieron los derechos femeninos en El Salvador. (29)

  1. 1930. Surge el Centro Sindical Libertario

El año de 1930 se funda en San Salvador la primera organización anarquista: El Centro Sindical Libertario dirigido por Enrique Conde. Desde su fundación este fue el centro de la actividad anarquista en El Salvador, aunque tuvo una corta vida permitió a los anarquistas seguir con sus luchas y propagar sus ideas. (30)

Los anarquistas al igual que los comunistas sufren la represión de 1932, pero a diferencia de, los comunistas, que lograron reponerse del golpe, esta corriente ideológica vuelve a la vida hasta setenta años después, a comienzos del siglo XXI.

En el 2002 la joven escena hardcore-punk de San Salvador fue la cuna para el nacimiento del Movimiento Anarquista Salvadoreño ( MAS ) integrado por punks, skinhead ystraight edge, que se dedicaban a la difusión de las ideas anarquistas a través de panfletos y fanzines (como Rechazo Social y Depurando el Sistema) dentro de los conciertos ; poco a poco, este grupo fue creciendo y saliendo de los conciertos. Es así que el primero de mayo del 2003 por primera vez, desde principios de siglo, anarquistas desfilan por las calles de San Salvador.(31)

NOTAS

  1. López Vallecillos, Ítalo. El periodismo en El Salvador. SS. UCA Editores1987
  2. Baldovinos, Ricardo Roque. Poéticas del despojo: Mestizaje y memoria en la invención de la nación. www.uca.edu.sv

(3) Diario del Salvador. Años 1904

(4) López Vallecillos, idem.

(5) Mariño Sánchez, Cesar. Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales.UES. 1975

(6) Tomado de López Bernal, Carlos Gregorio. El proyecto liberal de nación en El Salvador (1876-1932) San José. C.R. 1998

(7) Menjívar, Rafael. Formación y lucha del proletariado industrial salvadoreño. SS. UCA Editores 1987 (pág. 26 y 27, 44)

(8) www.csj.gob.sv

(9) www.ecumenico.org CEM publica digitalmente El Estado Centroamericano de Sarbelio Navarrete

(10) López Bernal, Ídem.

(11) Mariño Sánchez, idem.

(12) López Vallecillos

(13) Duran, Miguel Ángel. Historia de la Universidad 1841-1930. Editorial Universitaria. San Salvador. 1975

(14) Menjivar, ídem.

(15) López Bernal. Ídem. (Pág. 204)

(16) López Bernal. Ídem. (Pág. 204)

(17) Dalton, Roque. MIGUEL MARMOL. Educa. San José, C.R. 1982

(18) Melgar Bao, Cominternismo intelectual: Representaciones, redes y prácticas político-culturales en América Central, 1921-1933)

(19) López Bernal. Ídem. (Pág. 204)

(20) Arias Gómez, Jorge. Farabundo Martí. San José, C.R. EDUCA. 1972

(21) Schlesinger, Jorge. REVOLUCION COMUNISTA. Unión Tipográfica. Guatemala. 1946. pág. 76-82

(22) Mariño Sánchez, idem.

(23) López Bernal. Ídem. Pág. 211

(24) Gilbert, Gregorio Urbano. JUNTO A SANDINO. Editora de la UASD. Santo Domingo. 1979

(25) www.aseias.org

(26) Gilbert, idem.

(27) Kersffeld, Daniel. Jacobo Hurwitz. Semblanza de un revolucionario latinoamericano. www.pacarinadelsur.com

(28) DEVELANDO UN MITO: EMISARIOS DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA EN CHILE Olga Ulianova* www.scielo.cl

(29) Tomado de la biografía publicada por el Museo de la Palabra y la Imagen www.museo.com.sv

(30) Ortiz Díaz, Wilfredo Salvador El Salvador : Breve bosquejo histórico del anarquismo en El Salvador www.lsqueluchan.org

 

(31) Ídem.

 

 

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