Rebeca lleva diez años vendiendo en el desvío de la Ciudad El Triunfo. Allí hacen parada los buses que vienen de La Unión, Gotera, Santa Rosa de Lima, San Miguel, tanto los que van para San Salvador o los pueblos vecinos.
Por Alcides Herrera
Una 40 mujeres y algunos hombres se dedican a vender totoposte, pupusas, platanitos, dulces, pan… lo que sea.
Desde hace un mes no hay transporte público y el desvío está sin vendedoras. ¿Qué ha pasado con ellas?
Visité a Rebeca, pues la conozco desde que vivía acompañada en Nueva Granada. Después que se “dejó” con el muchacho, para poder sobrevivir, se fue a vender al Triunfo.
Me contó que “cuando inició allá por marzo la cuarentena, comenzaron a sentir el socón”, pues vendían muy poco. Muy poca gente en los buses. “Si yo ganaba 10 o 12 pesos al día la cosa cayó a 3 a 5 pesitos, viera que aflicción, y yo con dos cipotas”.
La situación para Rebeca se ha vuelto mas complicada. Pues desde hace un mes, ella y sus otras compañeras, no están saliendo a vender al desvío. “Yo estoy haciendo algunas cositas y las voy a vender aqui cerca, pero con miedo porque la policía ya me llevó una vez, pero me soltaron, apenas hago unos 3 dólares al día con eso hemos ido pasando”.
Rebeca no recibió los 300 dólares. Ella alquila un cuarto y no recibe subsidio del gas. Ha recibido una vez apoyo de la alcaldía y la semana pasada le entregaron la bolsa de alimentos que da el gobierno.
“Mire es una ayuda y no hay que despreciarla, pero ¿para cuantos días cree que nos ha durado eso que nos dieron? Apenas una semana. Y esto que hemos tenido que cambiar las sardinas con otras amigas, porque dicen mis niñas que “jieden”, a mi no me gustan”.
Las vendedoras estan preocupadas, si esto sigue sin transporte público durante todo junio y parte de julio, según lo ha planificado el gobierno. Si no las dejan salir a vender piensan que van a morir de hambre. No tienen ingresos, no tienen comida y hay desesperanza.
Leave a Reply